MADRID (Reuters) - El líder del Partido Socialista anunció el martes que acepta la propuesta de reforma constitucional que Ciudadanos le ha propuesto para apoyar su investidura y tratar de formar gobierno.
"Cuando hay voluntad de cambio, hay voluntad de acuerdo (...) si esas son las peticiones que tiene Ciudadanos, que no le quepa duda a las españolas y españoles que habrá acuerdo (...) vamos a decir que sí a Ciudadanos", dijo Pedro Sánchez en una breve rueda de prensa para valorar la propuesta hecha pública horas antes por el líder de Ciudadanos, Albert Rivera.
Sánchez dijo también que ha convocado para mañana mismo a la Ejecutiva del Comité Federal para someter a la consideración de las bases el acuerdo con Ciudadanos. "Mañana será un día importante", dijo.
Rivera dijo unas horas antes que el acuerdo estaba próximo y para cerrarlo pidió a los socialistas que aceptasen una reforma exprés de la Constitución con cinco puntos concretos.
Las medidas solicitadas por Ciudadanos y aceptadas expresamente por Sánchez buscan la supresión de los aforamientos, reducir a la mitad el número de firmas para las iniciativas populares, avanzar en la despolitización de la justicia, suprimir las diputaciones y limitar los mandatos al frente del Gobierno a ocho años.
Los 90 escaños del PSOE y los 40 de Ciudadanos no serían suficientes para avalar la investidura de Sánchez, que presentará su propuesta a los 350 diputados que componen la Cámara el próximo uno de marzo.
Mientras el PP, con sus 123 diputados, no quiso someterse a la investidura por falta de apoyos y parece empeñado en negar incluso la abstención a los socialistas proponiendo únicamente una gran coalición con Rajoy de presidente, Ciudadanos sostiene que sus siete millones de votantes no pueden quedar al margen de un acuerdo y es el principal interlocutor en las negociaciones con los populares.
Mientras los socialistas han rechazado frontalmente al PP, negocian con Podemos y sus confluencias (69 diputados) y con Izquierda Unida y Unidad Popular, aunque el grupo antiausteridad quiere un gobierno de cambio de izquierdas en el que asegura que difícilmente encajaría Ciudadanos.
Pero se da la circunstancia de que los puntos planteados por Rivera para la reforma constitucional- sin mención alguna a polémicas cuestiones de soberanismo-, podrían ser aceptables tanto para el Partido Popular como para Podemos y otras fuerzas de izquierda que también buscan una regeneración democrática.
Dado que la investidura en segunda ronda está supeditada a la mayoría simple, las hipotéticas abstenciones pueden acabar jugando un papel relevante la semana que viene.