Por Sarah Mills
VENECIA (Reuters) - Rompiendo la frágil fachada de los aparentemente perfectos barrios residenciales de Estados Unidos en los años 50, la nueva sátira de George Clooney aborda el prejuicio racial, algo que el actor y director dijo el sábado que sigue estallando en la irritada sociedad actual.
"Suburbicon", protagonizada por Matt Damon y Julianne Moore, presenta a una localidad con ese nombre que despierta de forma abrupta del "sueño americano" por una serie de crímenes surrealistas y muestra la furiosa reacción de los residentes ante la llegada de una familia negra al vecindario.
"Esta película tiene que ver con abordar la idea de que nunca hemos lidiado completamente con nuestros asuntos raciales", dijo Clooney en una conferencia de prensa tras la premiere en la edición número 74 del Festival de Cine de Venecia. "Aún tenemos mucho trabajo por delante desde nuestro pecado original de esclavitud y racismo".
Damon afirmó que los enfrentamientos violentos ocurridos el mes pasado en Charlottesville, Virginia, demostraron que los asuntos tratados en la película "no se han ido ni se irán hasta que haya un recuento honesto en nuestro país".
El personaje que interpreta Damon es Gardner, un hombre de familia cuya vida hogareña se oscurece mientras crecen las tensiones en su comunidad. Por su parte, Julianne Moore hace de su esposa y de su hermana gemela.
Basado en un guión de Joel y Ethan Coen de los años 80, la cinta comienza con un animado prólogo que promociona las bondades de Suburbicon, que incluyen una iglesia y un centro comercial. Pero la promesa de que es una "mezcla de diversidad" desaparece rápido y de forma categórica, y una floreciente amistad entre un niño blanco y su vecino negro genera violencia.
Clooney, un incondicional del festival que se casó en Venecia en 2014 y ha convertido a Italia en su segunda casa, dijo que la película refleja la profunda ira que se vive en su país natal, aunque precisó que "no es una película sobre (el presidente) Donald Trump".
"La gente está irritada, muchos estamos irritados con nosotros mismos, por cómo va el país y el mundo", comentó. Al ser preguntado sobre si le gustaría ser el próximo presidente de Estados Unidos, respondió: "¡Eso suena divertido!".