PARÍS/BERLÍN - El gigante naviero francés CMA CGM ha realizado ajustes en sus rutas de buques en respuesta al recrudecimiento de los ataques Houthi, reforzando sus medidas de seguridad para garantizar la seguridad de sus tripulaciones y buques. Esta medida incluye el desvío de 28 viajes y una evaluación exhaustiva de los riesgos de la inestable situación. Por su parte, la compañía alemana Hapag-Lloyd (ETR:HLAG) también ha desviado 25 buques y está reevaluando su estrategia para las operaciones en el Mar Rojo.
El martes, CMA CGM anunció un prudente aumento de los tránsitos por el Canal de Suez tras una exhaustiva revisión de la seguridad. Esta decisión se produce en medio de la actual inestabilidad regional, que ha llevado a otras navieras a desviar sus buques como medida de precaución. Recientemente, un buque de la Mediterranean Shipping Company (MSC) sufrió un ataque que, afortunadamente, no causó víctimas ni daños.
Por otra parte, la naviera danesa Maersk está considerando la posibilidad de reanudar sus rutas en el Mar Rojo. La consideración se produce tras el inicio de la operación "Prosperity Guardian", un esfuerzo de la coalición destinado a estabilizar la región, aunque la operación ha tenido un comienzo lento.
El sector del transporte marítimo está siendo testigo de un cambio estratégico, ya que las compañías navegan por estas zonas de alto riesgo con protocolos de seguridad avanzados para salvaguardar sus operaciones marítimas. Con la evolución de la situación, las compañías navieras están vigilando de cerca la región y ajustando sus rumbos en consecuencia para mantener el flujo del comercio al tiempo que priorizan la seguridad de sus operaciones.
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