BOGOTÁ (Reuters) - El Gobierno de Colombia suspendió el jueves las visitas desde Cuba de los negociadores de las FARC a sus campamentos en el país sudamericano para explicar a sus combatientes los avances del proceso de paz, después de acusar a la guerrilla de violar las reglas acordadas para ese objetivo.
La decisión del Gobierno se produjo horas después de que los negociadores de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) Iván Márquez y Joaquín Gómez, entraron al pueblo de El Conejo, en el departamento de la Guajira, en norte del país, escoltados con guerrilleros uniformados y armados.
"Las visitas de los delegados de las FARC a sus campamentos para hacer pedagogía sobre los acuerdos quedan suspendidas. Para el Gobierno una regla fundamental de este acuerdo es que no habrá política con armas y en esa medida esa es una violación inaceptable", dijo en una declaración desde la presidencia el jefe del equipo negociador gubernamental, Humberto de la Calle.
De la Calle reveló que desde el año pasado se habían autorizado cinco visitas para que los representantes de la guerrilla entraran a sus campamentos para explicar a los rebeldes el avance de la negociación de paz que se inició en Cuba a finales del 2012 para acabar un viejo conflicto que ha dejado más de 220.000 muertos.
La publicación por redes sociales de fotografías de los representantes de las FARC escoltados por guerrilleros uniformados y armados en el pueblo de El Conejo, desató una ola de críticas al Gobierno del presidente Juan Manuel Santos por parte de su antecesor Álvaro Uribe, un fuerte opositor a la negociación.
"Por qué el Gobierno Santos permite a las FARC, grupo terrorista, hacer política con armas y con la comunidad que ha sido víctima", escribió Uribe su cuenta de Twitter (N:TWTR).
El Centro Democrático, el partido de oposición que lidera Uribe, acusó a Santos de entregar el país a la guerrilla.
De la Calle informó que el Gobierno solicitó a la Cruz Roja Internacional, así como a Cuba y Noruega -países garantes de la negociación- coordinar de inmediato el regreso de los representantes de las FARC a La Habana.
Pese a los altibajos, en la negociación las partes ya lograron consensos en temas para dar acceso a la tierra a los campesinos pobres, la lucha contra el narcotráfico, la transformación de la guerrilla en un movimiento político, justicia y víctimas, desminado y desaparecidos.
Actualmente discuten el cese bilateral y definitivo del fuego -que incluye zonas de concentración para la guerrilla con la supervisión de Naciones Unidas- y los mecanismos de refrendación de los acuerdos.