Por Philip Blenkinsop
BRUSELAS, 8 feb (Reuters) - Francia, que se enfrenta a unas elecciones presidenciales dentro de unas semanas, ha paralizado las gestiones para aprobar un acuerdo comercial de la UE con México que permitiría la importación de 20.000 toneladas de carne de vacuno, y quiere endurecer el acceso a los mercados del bloque, según diplomáticos del bloque comunitario.
La segunda economía de la Unión Europea registra un superávit comercial global constante respecto a los países no pertenecientes a la UE y sus empresas se benefician de los aranceles más bajos resultantes de acuerdos comerciales, pero la sensibilidad de los agricultores a las importaciones de carne de vacuno, en particular, hace que el comercio exterior sea políticamente explosivo.
Un nuevo pacto comercial podría desencadenar protestas agrícolas o alimentar la narrativa antiglobalización de los opositores de extrema derecha, obstaculizando la previsible candidatura a la reelección del presidente Emmanuel Macron en abril y las elecciones legislativas en junio.
Interbev, la federación cárnica francesa, ha instado a Macron a oponerse al acuerdo y a bloquear las negociaciones en curso, que podrían dar lugar a nuevas importaciones de carne "ultracompetitivas" procedentes de países como Australia, Nueva Zelanda o el bloque del Mercosur, formado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
Francia ejerce la presidencia rotatoria del bloque durante la primera mitad del año, lo que le da la oportunidad de dirigir la política de la UE.
Uno de los acuerdos comerciales que normalmente se habría sometido a la aprobación de los Gobiernos de la UE es la actualización de un convenio existente con México, firmado en 2020, que permitiría la importación de 20.000 toneladas de carne de vacuno.
Las conversaciones comerciales con Australia se suspendieron tras la ira francesa provocada por la cancelación de un contrato de submarinos. Francia también dejó en suspenso la conclusión de las negociaciones para modernizar su acuerdo comercial con Chile, según diplomáticos y funcionarios de la UE.
"La Comisión (de la UE) ha aceptado, debido a la importancia de las elecciones y a las sensibilidades en torno al comercio y la globalización, que nada saldrá adelante. Es frustrante. Podemos quejarnos, pero es así", dijo un diplomático de la UE.
Un portavoz del Gobierno francés dijo que no era Francia la que frenaba los acuerdos comerciales.
El Ministro de Comercio, Franck Riester, señala que Chile tiene un nuevo presidente, que no entra en funciones hasta marzo y cuya administración tendrá que trabajar con la Comisión para cerrar un acuerdo. El acuerdo con México está en manos de la Comisión, dijo.
(Información de Philip Blenkinsop; información adicional de John Chalmers en Bruselas y Leigh Thomas en París; edición de Mark John y Nick Macfie; traducción de Flora Gómez)