Por Joan Faus
BARCELONA, 23 abr (Reuters) - Encerrados en casa debido a la cuarentena por el coronavirus, los ciudadanos de Cataluña mantuvieron el jueves las tradiciones del día de San Jorge con rosas en los balcones y compartiendo libros en línea.
La leyenda del caballero matando al dragón, más conocido como "Sant Jordi" en catalán, es el orgulloso patrón de esta región del noreste de España, al igual que en Inglaterra.
Los catalanes generalmente llenan las calles junto a sus seres queridos, intercambiando libros y rosas en representación de la flor que surgió de la sangre derramada del dragón.
Pero el confinamiento por el brote de COVID-19 ha dejado las calles, incluyendo la popular avenida de La Rambla de Barcelona, totalmente desiertas.
"Parece que ha habido una explosión atómica", dijo Rafel Dalmau al canal público catalán TV3 desde La Rambla, donde las floristerías permanecían cerradas y había muy poca gente en la calle.
"Es tan extraño".
Sin embargo, para no desanimarse, algunos catalanes colocaron flores que habían comprado por vía online en sus balcones, junto con dibujos de rosas y otros características propias de la leyenda, según mostraban algunas publicaciones en las redes sociales. En los balcones también abundaban "senyeres", la bandera regional.
Algunos escritores, que normalmente firman sus obras en las calles, mantenían charlas virtuales mientras las librerías tomaban pedidos en línea.
La actividad, sin embargo, era mínima comparada con un día normal de Sant Jordi.
"Cuando pienso en Sant Jordi, pienso en la emoción y la alegría que me ha dado y por eso me duele tanto estar en Madrid, en mi casa", en vez de firmar libros en la calle, dijo la escritora Almudena Grandes a TV3.
Los catalanes tendrán una segunda oportunidad de disfrutar del día de San Jordi, probablemente con menos restricciones, ya que librerías y floristerías planean celebrar esta fiesta aplazada para el 23 de julio.
El miércoles por la noche, se entregaron rosas blancas al personal sanitario del Hospital Clínico de Barcelona, uno de los hospitales más grandes de la ciudad que se ocupa del brote de coronavirus, que ya ha matado a más de 22.000 personas en el país.
El recuento del jueves indica que España mantiene el tercer peor número de muertes en el mundo, mientras el país sigue en uno de los confinamientos más restrictivos.
(Editado en español por Andrea Ariet en Gdansk)