TRÉVERIS, Alemania, 5 mayo (Reuters) - Manifestantes con pancartas que decían "Abajo el capitalismo" y otros que sostenían carteles con la inscripción "Padre de todos los dictadores" se congregaron en el acto de inauguración de una estatua del filósofo alemán Karl Marx en su ciudad natal, en una muestra más de las pasiones encontradas que despierta su legado.
La escultura de bronce de 5 metros de altura en total es un regalo de China para conmemorar el bicentenario del nacimiento del fundador del comunismo que se cumple el sábado. La estatua representa a un pensativo Marx, sosteniendo un libro en una mano.
El legendario filósofo pasó los primeros 17 años de su vida en Tréveris, una pequeña ciudad sobre el río Mosela en el extremo occidental de Alemania.
Muchos consideran que la división alemana después de la Segunda Guerra Mundial y la construcción del Muro de Berlín para separar el este comunista del oeste capitalista en el país es resultado de sus ideas, pero el alcalde de Tréveris, Wolfram Leibe, dijo que las controversias históricas deberían ser reconocidas.
"En Alemania esta situación se presenta una y otra vez con personalidades difíciles y complejas de la historia; queremos esconderlas en el bosque", dijo Leibe. "Así que fue un acto consciente traer a Karl Marx a la ciudad (...) No tenemos que esconderlo", agregó.
El concejo municipal votó para aceptar el regalo del Gobierno chino por 42 votos a siete en marzo del 2017.
Mientras algunos lo ven como un reconocimiento al hijo más famoso de Tréveris, otros argumentan que aceptar el regalo de Pekín no es compatible con criticar los abusos contra los derechos humanos en China.
"Sí, apoyamos al niño de nuestra ciudad. Y tratamos a Karl Marx de una manera constructiva y activa", dijo Malu Dreyer, primera ministra del estado de Renania-Palatinado, al que pertenece Tréveris. "Estamos contentos de recibir este presente, este gesto de amistad", añadió la funcionaria.