Por Jessie Pang
HONG KONG, 12 nov (Reuters) - El escultor danés de una estatua que conmemora a los manifestantes prodemocráticos asesinados durante la represión de la plaza de Tiananmén en China en 1989 ha pedido a las autoridades de Hong Kong inmunidad frente a la ley de seguridad nacional para poder viajar y llevársela a Dinamarca.
Jens Galschiot prestó a perpetuidad la escultura de cobre de ocho metros de altura y dos toneladas de peso llamada "Pilar de la Vergüenza" a un grupo local de la sociedad civil, la Alianza de Hong Kong en Apoyo a los Movimientos Patrióticos Democráticos en China.
La estatua, que representa decenas de cuerpos desgarrados y retorcidos, ha estado expuesta en la Universidad de Hong Kong durante más de dos décadas. Tras la disolución de la Alianza en septiembre, con algunos miembros acusados de delitos contra la seguridad nacional, la universidad pidió al grupo que retirara la estatua de sus instalaciones.
En una carta abierta el viernes, Galschiot, que valora la estatua en unos 1,4 millones de dólares, dijo que estaba dispuesto a llevársela a Dinamarca, pero que su presencia en Hong Kong era necesaria para que la compleja operación saliera bien.
También dijo que era necesaria la cooperación de la universidad y de las autoridades de la ciudad para la asistencia técnica, los cortes de tráfico y los permisos.
Además, Galschiot pidió garantías de que no sería procesado en virtud de una amplia ley de seguridad nacional impuesta por Pekín en 2020 para castigar lo que considera subversión, secesión, terrorismo y colusión con fuerzas extranjeras.
"Puedo entender por la prensa que la introducción de la nueva legislación sobre seguridad en Hong Kong significa que hay una base legal para detener a los ciudadanos extranjeros que participan en actividades que critican a China", escribió Galschiot.
La retirada de la estatua "dará lugar a actividades y cobertura mediática que podrían percibirse como una crítica a China. Por tanto, tendré que obtener una garantía de que mis trabajadores y yo no seremos perseguidos".
La universidad, la oficina de Seguridad del gobierno y el Departamento de Inmigración no respondieron inmediatamente a las solicitudes de comentarios.
(Escrito por Marius Zaharia; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)