Por Lidia Kelly y Anna Wlodarczak
VARSOVIA (Reuters) - Polonia está viendo un resurgimiento del antisemitismo por una legislación que impondría penas de cárcel por sugerir que la nación fue cómplice en el Holocausto, advirtieron grupos minoritarios locales, mientras crece la presión sobre el presidente para que vete la ley.
El Parlamento aprobó el jueves la legislación, generando indignación en Israel y críticas de parte de Estados Unidos y la condena de varios organismos internacionales. El presidente Andrzej Duda tiene 21 días para decidir su la firma y la convierte definitivamente en ley.
La nueva legislación permite imponer sentencias de prisión de hasta tres años por mencionar el término "campos de la muerte polacos" y por sugerir "públicamente y contra los hechos" la complicidad de parte de la nación polaca o del Estado en los crímenes de la Alemania nazi.
Más de tres millones de los 3,2 millones de judíos de Polonia fueron asesinados por los nazis, lo que supone alrededor de la mitad de los judíos muertos por el Holocausto. Los judíos de Europa fueron enviados a campos de exterminio construidos y operados por alemanes en territorio polaco, incluidos Auschwitz, Treblinka, Belzec y Sobibor.
Según datos del Museo del Holocausto de Estados Unidos, los nazis también mataron al menos a 1,9 millones de civiles polacos que no eran judíos.
En una poco frecuente muestra de unidad, grupos minoritarios y étnicos del país, entre ellos judíos, ucranianos y rusos, instaron a que Duda y otras autoridades reaccionen contra toda forma de xenofobia, intolerancia y antisemitismo, aunque no pidieron directamente al presidente el veto de la ley.
"Nuestra preocupación particular y oposición es causa de las numerosas y ruidosas manifestaciones de antisemitismo que hemos presenciado esta semana después de que el Parlamento aprobase la ley", dijeron los grupos en un comunicado.
Polonia es uno de los países de Europa más homogéneos étnica y religiosamente, pero antes de la Segunda Guerra Mundial los judíos suponían el 10 por ciento de la población y el país también tenía minorías ucranianas, alemanas y bielorrusas, entre otras.
El partido gobernante, el conservador PiS, ha encendido el debate sobre el Holocausto como parte de una campaña para alimentar el patriotismo desde que llegó al poder en 2015. La formación dice que la ley es necesaria para proteger la reputación de Polonia y asegurar que los historiadores reconocen que los polacos, al igual que los judíos, fueron víctimas de los nazis.
Responsables israelíes dijeron que la legislación criminaliza hechos históricos básicos. Los detractores de la norma han expresado preocupación por que frene la libertad de expresión y pueda ser usada contra los supervivientes o los historiadores del Holocausto.
Un grupo del Congreso estadounidense para combatir el antisemitismo y varias organizaciones judías instaron a Duda a vetar la ley.
El Consejo Internacional de Auschwitz, un organismo asesor de la oficina del primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, dijo el viernes que la imprecisión de la ley generaba "preocupaciones legítimas sobre la restricción de la libertad para descubrir la verdad sobre el Holocausto".
Duda no ha dicho si firmará la ley, pero su portavoz dijo a la radio polaca Trojka: "El presidente cree que Polonia, como cualquier otro país, tiene derecho a defender su buen nombre... tiene el derecho a defender la verdad".
Jaroslaw Kaczynski, presidente del PiS y líder de facto del país, dijo a la radio pública Jedynka el sábado que Duda debería firmar la ley,
"Debería firmarla...", dijo Kaczynski. "Debemos hablar con nuestros aliados de modo que puedan entender que no tenemos intención de renunciar a nuestra dignidad".
(Escrito por Lidia Kelly; Editado por Stephen Powell. Traducido por Rodrigo de Miguel en la Redacción de Madrid)