BEIRUT (Reuters) - Las manifestaciones contra la élite gobernante del Líbano han sumido al país en una situación de aguda crisis económica, impulsada por la creciente ira contra los políticos sectarios que han dominado el Gobierno desde la guerra civil de 1975-1990.
Uno de los períodos de agitación más graves desde el final del conflicto que se distingue de los episodios anteriores por las presiones financieras que han llevado al país a la escasez de dólares estadounidenses y al debilitamiento de la libra libanesa.
Aquí están las principales convulsiones de la posguerra en el Líbano.
El exprimer ministro libanés Rafik al-Hariri muere el 14 de febrero tras la explosión de una bomba de gran tamaño cuando su caravana atravesaba Beirut; otras 21 personas más pierden la vida tras la explosión.
Una combinación de manifestaciones masivas posteriores y la presión internacional obligan a Siria a retirar sus tropas del Líbano. Los aliados chiítas libaneses de Damasco organizan sus propios grandes mítines en apoyo de Siria.
El Líbano entra en una nueva era libre de la dominación siria. Hezbolá, un grupo apoyado por Irán y aliado cercano de Damasco, entra en el Gobierno por primera vez.
En julio, Hezbolá cruza la frontera hacia Israel, secuestra a dos soldados israelíes y mata a otros, lo que desencadena una guerra de cinco semanas. Al menos 1.200 personas en el Líbano y 158 israelíes son asesinados.
Después de la guerra, aumentan las tensiones en el Líbano por el poderoso arsenal de Hezbolá.
En noviembre, Hezbolá y sus aliados abandonan el gabinete dirigido por el primer ministro Fouad Siniora, apoyado por Occidente, y organizan protestas callejeras en su contra.
Hezbolá y sus aliados mantienen una sentada de protesta contra el Gobierno de Siniora durante todo el año. Su demanda es el poder de veto en el Gobierno.
En mayo, estallan los enfrentamientos en un campamento palestino en el norte del Líbano entre el ejército libanés y militantes islamistas sunitas del grupo Fatah al-Islam. Miles de refugiados palestinos se ven obligados a huir del campo de Nahr al-Bared.
En septiembre, las tropas libanesas toman el control total del campamento después de más de tres meses de combates que causaron la muerte de más de 300 personas.
6 de mayo - El gabinete de Siniora acusa a Hezbolá de operar una red privada de telecomunicaciones e instalar cámaras espía en el aeropuerto de Beirut. El gabinete se compromete a emprender acciones legales contra la red.
7 de mayo - Hezbolá dice que el movimiento contra su red de telecomunicaciones fue una declaración de guerra por parte del Gobierno. Después de un breve conflicto civil, Hezbolá toma el control de la zona oeste de Beirut, principalmente musulmana.
21 de mayo - Después de la mediación, los dirigentes rivales firman un acuerdo en Catar para poner fin a 18 meses de conflicto político. El Parlamento elige a Michel Suleiman, jefe del ejército, como presidente.
En enero, el primer Gobierno de Saad al Hariri es derrocado cuando Hezbolá y sus aliados renuncian debido a las tensiones por el Tribunal Especial para el Líbano, respaldado por las Naciones Unidas.
Posteriormente, el tribunal acusa a cuatro altos cargos de Hezbolá por el asesinato de Rafik al-Hariri. Hezbolá niega cualquier papel en el asesinato. Su líder, Sayyed Hassan Nasrallah, dijo que las autoridades no podrían encontrar a los acusados.
Un quinto miembro de Hezbolá es acusado en 2013.
Los combatientes de Hezbolá se despliegan en Siria, al principio en secreto, para ayudar a las fuerzas del gobierno sirio que se enfrentan a una rebelión mayoritariamente suní contra el presidente Bashar al-Assad. El grupo desempeña un papel importante en la lucha contra la rebelión.
Una crisis sobre los residuos estalla cuando las autoridades cierran el vertedero principal cerca de Beirut, sin haber tomado ninguna otra medida. Se producen grandes protestas mientas enormes montones de desperdicios llenan las calles, al tiempo que los manifestantes gritan consignas contra el Gobierno: "¡Apestas!" Éstas se convierten en un símbolo evidente de un sistema de poder sectario incapaz de satisfacer las necesidades básicas como la electricidad y el agua.
Los vínculos de Saad al-Hariri con Arabia Saudí, furioso por la expansión del papel de Hezbolá en el Líbano, llegan a su punto más bajo en noviembre de 2017, cuando se reconoce ampliamente que Riad lo obligó a dimitir y lo retuvo en el reino. Arabia Saudí y Hariri niegan públicamente esta versión de los hechos, aunque el francés Emmanuel Macron confirma que Hariri estaba siendo retenido en Arabia Saudí.
Con el estancamiento del crecimiento económico y la lenta entrada de capital, el Gobierno se ve presionado a frenar el enorme déficit presupuestario.
Las propuestas para recortar los salarios y las pensiones del Estado se enfrentan a una fuerte oposición. El Gobierno promete promulgar reformas largamente demoradas, pero no hace progresos que puedan desbloquear el apoyo extranjero.
17 de octubre - El Gobierno anuncia una tarifa de 20 céntimos por día para las llamadas por Internet, incluyendo Facebook (NASDAQ:FB) y WhatsApp. También propone aumentar el IVA al 15% para 2022. Miles de personas protestan, acusando a los líderes de corrupción y mal manejo de la economía.
18 de octubre - El Gobierno abandona las propuestas. Las protestas continúan.
29 de octubre - Hariri renuncia, en contra de los deseos de Hezbolá .
(Escrito por William Maclean; editado por Tom Perry; traducido por Andrea Ariet en la redacción de Gdansk)