Por Jill Serjeant
(Reuters) - En una temporada de premios sin un claro favorito en la categoría de mejor película, hay una apuesta segura: Leonardo DiCaprio, uno de los actores más famosos del mundo, finalmente se llevará a casa el Oscar el domingo.
Los expertos coinciden en que la quinta nominación de DiCaprio por su papel de cazador de pieles en la película "El renacido" coronará la transformación del actor de un rompecorazones adolescente a uno de los pesos pesados de Hollywood.
"Hay casos en los que se ve que hay una cuenta pendiente con un actor, y este año es claramente Leonardo DiCaprio," dijo Dave Karger, corresponsal jefe de la web de cine Fandango.
"Lo maravilloso es que va a ganar por la interpretación adecuada", agregó.
Veinte años después de su primera nominación al Oscar por "¿A quién ama Gilbert Grape?, DiCaprio, de 41 años, ha barrido en todos los premios previos del calendario de Hollywood por su interpretación del taciturno Hugh Glass, que fue dado por muerto y abandonado en mitad de la naturaleza tras ser atacado por un oso.
El actor lleva sobre sus hombros el peso de la película de dos horas y media, que fue rodada a temperaturas bajo cero durante siete meses, pese a que apenas pronuncia una palabra después de que el oso desgarra la garganta de su personaje.
"Su actuación es muy buena. No es como si fuera un premio de consolación por su carrera. Estaría muy sorprendido si no gana", dijo el reportero de Variety Tim Gray.
Durante años, DiCaprio ha intentado deshacerse de su imagen de joven que embelesaba a las mujeres, cosechada en la década de los 90 con películas como "Titanic" y "Romeo + Julieta", incluso mientras festejaba en yates con una sucesión de novias supermodelos.
"Lo que juega en favor de Leo es que este año se afea a sí mismo en pantalla. Se deja crecer una barba descuidada, rueda por el barro, necesita un baño urgente", dijo Tom O'Neil, fundador del rastreador de premios Goldderby.com.
A pesar de la aclamación de la crítica, DiCaprio no ha querido dejar nada al azar, desempeñando un papel inusualmente activo en el maratón de apretones de manos y sonrisas en restaurantes, estudios de televisión y alfombras rojas durante la temporada de premios.
"Es una estrella notoriamente huraña que de repente está muy disponible", agregó O'Neil.