Por Nidal al-Mughrabi y Ibraheem Abu Mustafa
RAFAH, GAZA, 30 nov (Reuters) - Alrededor de 1.000 palestinos que quedaron atrapados fuera de la Franja de Gaza cuando estalló la guerra entre Israel y Hamás han regresado a sus hogares durante los siete días de tregua, desafiando la perspectiva de nuevos bombardeos, según informó el jueves un funcionario palestino de fronteras.
En el paso fronterizo de Rafah, entre Egipto y Gaza, taxis amarillos con maletas y cajas de cartón apiladas en sus techos, y maleteros tan llenos de equipaje que no podían cerrarse, transportaban a palestinos de vuelta a su devastada patria.
Uno de ellos era Abu Nader, que dijo haber viajado a Turquía el 4 de octubre para acompañar a una de sus hijas que empezaba allí sus estudios. La guerra comenzó tres días después, cuando milicianos de Hamás atacaron el sur de Israel.
Abu Nader voló a Egipto el 24 de octubre, pero no pudo regresar a Gaza porque el paso fronterizo de Rafah estaba cerrado. Se encontró atrapado en Egipto hasta la tregua.
Dijo que un ataque israelí había destruido su casa en el barrio de Al Nasser, en la ciudad de Gaza, y que había perdido a familiares, pero que estaba desesperado por volver a casa para estar con sus otros hijos y el resto de su familia.
"Nadie abandona a sus hijos ni su país, aunque pierda su casa. Toda Palestina es mi hogar, no sólo Gaza o la casa de al-Nasser, toda la nación es mi hogar", afirmó.
Egipto había anunciado a través de la embajada palestina en El Cairo el 23 de noviembre, un día antes de que entrara en vigor la tregua, que se permitiría, aunque no se obligaría, a los palestinos que lo desearan regresar a Gaza.
El funcionario de fronteras que habló con Reuters el jueves dijo que los cruces habían comenzado el 24 de noviembre y habían continuado desde entonces.
PAISAJE ARRASADO
Al regresar los palestinos encontrarán una Gaza muy diferente de la que dejaron atrás. Gran parte de la mitad norte de la Franja, incluida la ciudad de Gaza, ha quedado convertida en un paisaje lunar, desolado, tras siete semanas de bombardeos israelíes, mientras que en el sur cientos de miles de desplazados se refugian en tiendas de campaña y escuelas.
Los hospitales han dejado de funcionar, escasean los alimentos, el agua y el combustible, y las enfermedades se propagan en lo que Naciones Unidas ha calificado de catástrofe humanitaria.
A pesar de todo, Intisar Barakat dice que sigue queriendo volver. "No puedes dejar tu país, tus hijos, tu casa, tu marido", dijo. "Si Dios quiere, todos volverán y permanecerá la paz"
La pausa se acordó inicialmente para cuatro días, pero se ha renovado repetidamente, de 24 a 48 horas cada vez. El jueves, los mediadores seguían intentando prorrogarla.
(Reportaje adicional de Fadi Shana; Escrito por Estelle Shirbon; Editado en español por Aida Peláez-Fernández)