SANTIAGO, 24 ago (Reuters) - La policía chilena detuvo el miércoles al líder de una agrupación mapuche asentada en el convulsionado sur del país, a quien la fiscalía investiga por delitos contemplados en una ley sobre seguridad del Estado y otros hechos en esas regiones marcadas por un extenso conflicto indígena.
Héctor Llaitul, líder del grupo radical Coordinadora Arauco Malleco (CAM), fue detenido a inicios de la tarde en la ciudad de Cañete en la sureña región del Biobío, uno de los lugares golpeados por un dilatado conflicto entre el Estado y grupos de la etnia que reclaman la propiedad de tierras y se oponen a la vasta industria forestal de la zona.
La detención se concretó a petición de la fiscalía por una investigación iniciada en 2020 tras una denuncia del gobierno del conservador Sebastián Piñera, quien invocó la Ley de Seguridad del Estado, una norma que impone penas más altas a delitos contra el orden público, entre otras medidas como la detención preventiva.
La audiencia de formalización de los delitos que le imputan -entre los que también figuran robo de madera y atentado a la autoridad- tendrá lugar el jueves en Temuco, capital de la vecina región de La Araucanía, de donde emanó la orden de detención.
"Hemos logrado, desde nuestro punto de vista, demostrar no sólo la existencia de los delitos, sino que la participación del imputado en ellos", dijo el fiscal Roberto Garrido del ministerio público en La Araucanía.
En los últimos días, declaraciones públicas de Llaitul sobre robo de madera y lo que llamó la "reapropiación de recursos" provocaron airadas reacciones en Chile, donde frecuentemente se conocen noticias sobre atentados incendiarios, quema de casas, maquinarias y sabotajes en rutas de la zona sur.
En varias ocasiones la CAM se ha atribuido la autoría de ese tipo de atentados. Llaitul por su parte ya cumplió una condena anterior por el ataque a una comitiva de un fiscal y policías.
Al asumir el poder en marzo, el actual gobierno del presidente progresista Gabriel Boric buscaba impulsar una política de diálogo en la llamada macrozona sur, pero la propia ministra del Interior Izkia Siches tuvo que interrumpir una temprana visita a la región en medio de balazos al aire.
El gobierno, que antes de asumir criticaba la política de decretar estados de excepción para que militares resguardaran la zona, también ha impulsado ya varias veces esa medida de seguridad desde mayo.
(Reporte de Natalia Ramos, Editado por Fabián Cambero)