BRUSELAS (Reuters) - El presidente de los ministros de Finanzas de la zona euro, Jeroen Dijsselbloem, no criticó a ningún país o región en particular, dijo su portavoz, después de que unas declaraciones del jefe del Eurogrupo, consideradas negativas para el sur de Europa, provocaran peticiones de dimisión.
Dijsselbloem dijo al periódico Frankfurter Allgemeine Zeitung en una entrevista publicada el 20 de marzo que los países del norte de Europa mostraron solidaridad con países en apuros durante la crisis de deuda soberana iniciada en 2010 por Grecia.
"Como socialdemócrata, creo que la solidaridad es extremadamente importante. Pero quien la exige, también tiene obligaciones. No puedo gastar todo mi dinero en alcohol y mujeres y luego pedirte ayuda. Este principio se aplica a nivel personal, local, nacional e incluso europeo", dijo al diario.
Las declaraciones provocaron fuertes críticas en España e Italia y el primer ministro portugués pidió la dimisión de Dijsselbloem, diciendo que los comentarios fueron "racistas, xenófobos y sexistas".
"Europa sólo será creíble como un proyecto común el día en que el Sr. Dijsselbloem deje de encabezar el Eurogrupo y pida disculpas de forma clara a todos los países y pueblos que fueron profundamente ofendidos por sus comentarios", dijo el primer ministro, Antonio Costa, a periodistas.
Sin embargo, el portavoz de Dijsselbloem dijo que sus palabras fueron malinterpretadas.
"Dijsselbloem no se refería a ningún país o grupo de países. Su mensaje está dirigido a todos los países de la eurozona: la solidaridad viene acompañada de obligaciones. Debemos atenernos a nuestras normas presupuestarias. Esto es importante a nivel personal, nacional e internacional" dijo.
La comisaria europea de la Competencia, Margrethe Vestager, también criticó el miércoles a Dijsselbloem en una rueda de prensa, diciendo: "Puedo decir que no lo habría dicho, y creo que está mal".