Por Mark Hosenball
WASHINGTON, 7 oct (Reuters) - El diplomático de carrera que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, nombró para dirigir la Agencia Central de Inteligencia está creando una unidad destinada a intensificar el foco de la agencia en China, en un momento de tensión en las relaciones entre las dos mayores economías del mundo.
El director de la CIA, William Burns, dijo el jueves que el Centro de la Misión China abarcaría "todas las áreas de misión de la agencia", señalando que la preocupación de la CIA era "la amenaza (...) del gobierno chino, no de su pueblo".
Un alto funcionario de la CIA lo comparó con la atención que la agencia prestó a la Unión Soviética durante la Guerra Fría y su concentración en la lucha contra el terrorismo tras los atentados del 11 de septiembre.
Hasta ahora no se había creado ninguna unidad de este tipo centrada explícitamente en China.
En los primeros meses del gobierno de Biden, las relaciones con Pekín se agriaron por las profundas diferencias en muchos temas, como los derechos humanos, Hong Kong y el Mar de China Meridional.
La unidad de China es una de las varias reorganizaciones resultantes de una amplia revisión que la agencia lanzó la primavera pasada, dijo el alto funcionario, hablando bajo condición de anonimato.
Otros movimientos incluyen la fusión de un Centro de Misión de Irán creado por el gobierno de Trump en una unidad más amplia de Oriente Medio y la fusión de una unidad centrada en Corea con una unidad más amplia de Asia Oriental-Pacífico, dijo el funcionario.
Burns dijo que la CIA también estaba creando un puesto para un director de Tecnología, así como una nueva oficina llamada Centro de Misión Transnacional y de Tecnología. La unidad, dijo el alto funcionario, permitiría centrarse más en cuestiones como la salud mundial, el cambio climático, desastres humanitarios y los trastornos causados por las nuevas tecnologías.
El alto funcionario dijo que una "célula de incidentes" creada por la agencia seguía supervisando las respuestas a la misteriosa enfermedad conocida como "síndrome de La Habana", que ha afectado a numerosos diplomáticos y empleados de la CIA.
(Reporte de Mark Hosenball; Editado en español por Javier López de Lérida)