Por Panu Wongcha-um
CHIANG RAI, Tailandia (Reuters) - Los equipos de rescate se apresuraban el martes por bombear agua desde una cueva en el norte de Tailandia mientras las fuertes lluvias pronosticadas amenazaban con dificultar los esfuerzos para liberar a un grupo de niños atrapados desde hace 10 días, en un calvario que podría durar más tiempo.
Los buceadores tuvieron que avanzar por estrechos pasadizos y turbias aguas antes de encontrar a los chicos y su entrenador en la noche del lunes, sobre una roca elevada a unos cuatro kilómetros de la entrada de la cueva. Los niños estaban debilitados, pero sólo tenían heridas menores.
La noticia de que los chicos habían sido hallados con vida desató el júbilo en un país conmocionado por el drama y fue compartida alegremente en sitios web y redes sociales, donde los equipos de rescate eran saludados como héroes.
"Gracias a todos los tailandeses, gracias a todos los extranjeros, todo el mundo es un héroe y todos se ayudaron unos a otros", dijo el primer ministro Prayuth Chan-ocha a periodistas.
En un vídeo filmado por el equipo de salvamento, las luces parpadeantes de linternas mostraron a niños vestidos con pantalones cortos y camisas rojas y azules sentados y de pie sobre la roca, encima de una poza.
"¿Cuántos de ustedes están allí, 13? Genial", les dice a los chicos un miembro del equipo de rescate internacional que habla en inglés. "Has estado aquí 10 días. Eres muy fuerte".
"Muchas gracias", dice uno de los muchachos. Uno de los chicos pregunta cuándo podrán salir de la cueva, a lo que el buceador responde: "Hoy no, hay que bucear".
Con edades de entre 11 y 16 años, los muchachos desaparecieron junto a su entrenador de 25 años después de un entrenamiento de fútbol el 23 de junio, cuando fueron a explorar el complejo de cuevas Tham Luang en un parque forestal cerca de la frontera norte con Myanmar.
Los equipos de rescate deben decidir ahora la mejor forma de sacar al grupo y alertaron que podría tomar tiempo. La lluvia seguía cayendo en Chiang Rai y se pronosticaban aguaceros más intensos a partir del miércoles, lo que llevaba a las autoridades a redoblar esfuerzos para reducir los niveles de agua en la cueva y tratar de rescatar pronto a los jóvenes.