Por Sarah Mills
LONDRES, 28 jun (Reuters) - Los príncipes británicos Guillermo y Enrique pondrán de lado sus diferencias el jueves para asistir a la inauguración de una estatua de su difunta madre, la princesa Diana, en el que habría sido su 60 cumpleaños.
Durante la mayor parte de sus vidas, los hermanos han sido cercanos, unidos por el trauma compartido de perder a su madre, quien murió a los 36 años en un accidente automovilístico en París en 1997, cuando Guillermo tenía 15 años y Enrique 12.
Pero desde la boda de Enrique en 2018 con la actriz estadounidense Meghan, las relaciones entre ambos se han agriado y una entrevista explosiva que la pareja le dio a la presentadora Oprah Winfrey en marzo marcó un nuevo mínimo.
En ella, Enrique, ahora de 36 años, criticó a su padre Carlos y dijo que Guillermo, de 39, y la familia estaban atrapados, mientras la pareja acusó a un integrante de la realeza que no identificó de hacer un comentario racista.
El biógrafo Robert Lacey dijo que en abril los hermanos se pelearon inmediatamente después del funeral del príncipe Felipe, el marido de su abuela, la reina Isabel, durante más de 70 años, y no hubo señales de mejora.
"No parece probable que el conflicto entre los dos hijos amargamente divididos de Diana vaya a terminar pronto", escribió en el Daily Mail y agregó que amigos y familiares estaban tratando de lograr una reconciliación.
La inauguración esta semana en Londres de la estatua, que los príncipes encargaron hace cuatro años para celebrar la vida de Diana, brinda una oportunidad única para un acercamiento de ese tipo, ya que Enrique volverá a Inglaterra desde su nuevo hogar en Estados Unidos.
"A menos que uno de ellos vaya a pedir disculpas, y creo que probablemente deba ser Enrique, no puedo ver que esta relación mejore en este momento", dijo la analista de la realeza Penny Junor.
"Tengo entendido que los muchachos no están hablándose, ciertamente no de la manera en que los hermanos hablan normalmente", agregó.
La inauguración de la estatua el jueves en Sunken Garden en el Palacio de Kensington donde Diana vivía, y que ahora es el hogar del príncipe Guillermo y su familia, será un evento pequeño con los príncipes, familiares cercanos de Diana y el escultor Ian Rank-Broadley entre los pocos asistentes.
(Escrito por Michael Holden; editado en español por Lucila Sigal)