Por Syed Raza Hassan
ISLAMABAD (Reuters) - Dos grandes marchas contra el Gobierno entraron el viernes a la capital de Pakistán, en el mayor desafío que ha enfrentado el nuevo Gobierno civil desde que asumió el poder hace 15 meses.
El ex jugador de cricket Imran Khan, que encabeza el partido Tehreek-e-Insaaf, y el clérigo populista Tahir ul-Qadri dijeron que mantendrán ocupadas las avenidas importantes hasta que renuncie el primer ministro, Nawaz Sharif.
La tensión ha generado dudas sobre la estabilidad de Pakistán, en un momento en que el país de 180 millones de habitantes libra una ofensiva contra militantes talibanes y la creciente influencia de grupos antioccidentales.
En la capital, las autoridades bloqueaban las principales carreteras con contenedores y alambre de púas, en un intento de controlar las marchas.
La policía antidisturbios estaba en las calles, pero miles de manifestantes comenzaban a reunirse, cantar y bailar pese a una ligera lluvia, mientras preparaban la bienvenida de Khan a la ciudad.
El ánimo era festivo y los manifestantes se tomaban fotos unos a otros e intercambiaban chistes con la policía.
Algunos miembros del partido de Sharif han sugerido que las protestas están siendo respaldadas en secreto por militares, quienes han tenido una tensa relación con Sharif.