Por Juan Medina
A BORDO DEL OPEN ARMS, frente a las costas de Libia, 21 nov (Reuters) - Unos 73 inmigrantes, muchos de ellos con hipotermia y quemaduras, fueron rescatados a última hora del miércoles por un barco de una ONG española cuando viajaban a bordo de una patera abarrotada que llevaba casi 24 horas a la deriva frente a las costas libias.
Se trata del último rescate realizado por el barco Open Arms en el Mediterráneo, donde se cree que más de 1.000 migrantes que se dirigían del norte de África a Europa se han ahogado o están desaparecidos en lo que va de 2019, según cifras de la ONU.
Open Arms se ha enfrentado en repetidas ocasiones con los gobiernos de Italia y Malta en sus esfuerzos por salvar a los migrantes que tratan de realizar el peligroso cruce, y ambos países se resisten a los intentos de desembarcar a los que han sido rescatados en su territorio.
Entre los migrantes embarcados el miércoles se encontraban dos niños menores de cinco años.
Se veían aterrorizados al ser sacados del bote, según un vídeo de Reuters.
Los migrantes, en su mayoría de África Central y Occidental, fueron encontrados hacinados en una embarcación cuyo motor se había averiado, según la portavoz de Open Arms, Laura Lanuza.
Muchos estaban en estado de shock y sufrían de hipotermia y quemaduras de segundo grado por la exposición prolongada al agua salada y la gasolina, agregó.
Un joven de Níger sufría heridas de bala que, según dijo, se produjeron en un centro de detención libio a principios de noviembre.
El jefe de la misión Open Arms, Ricardo Gati, dijo que mientras el rescate se llevaba a cabo cerca de la ciudad libia de Zawiya, la ONG intentaba desembarcar en un puerto europeo.
"Habrá que pedir puerto (..) Hemos rescatado en una zona de Libia, pero Libia no tiene un puerto seguro, ni siquiera un gobierno funcional, queda Italia o Malta". El puerto seguro más cercano en Italia", dijo Gati. "Veremos cuál es la respuesta y cuánto tiempo tenemos que esperar".
Este verano, la ONG se vio envuelta en un enfrentamiento de semanas con el gobierno italiano, con casi 100 inmigrantes hacinados a bordo de un Open Arms en condiciones de deterioro, que terminó cuando un tribunal italiano ordenó a las autoridades que abrieran su puerto.
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Esta vez, advirtió, el tiempo se estaba acabando. "En dos o tres días, empezará muy mala mar", dijo.
(Escrito e información adicional de Clara-Laeila Laudette; editado por Ashifa Kassam y Emelia Sithole-Matarise. Traducido por Emma Pinedo)