Por Aislinn Laing y Andrea Shalal
MADRID, 29 jun (Reuters) - El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prometió el miércoles más soldados, aviones y buques de guerra estadounidenses para Europa, en un momento en que la OTAN acordaba el mayor refuerzo de sus medidas disuasorias desde la Guerra Fría en respuesta a la invasión rusa a Ucrania.
Biden prometió en la cumbre de Madrid de "defender cada centímetro de territorio aliado" cuando la alianza militar liderada por Estados Unidos también ponía en marcha un nuevo plan para reforzar los Estados bálticos y Polonia contra cualquier ataque ruso.
Habrá más soldados alemanes, británicos y de otros aliados que estarán en alerta para desplegarse hacia el este, y Estados Unidos también sumará a los 100.000 efectivos que ya están en Europa más buques de guerra en España, aviones en Gran Bretaña, armas en el Báltico y soldados en Rumania.
"Lo decimos en serio cuando decimos que un ataque contra uno es un ataque contra todos", agregó Biden.
En un principio, los países bálticos querían contar con bases permanentes de la OTAN y multiplicar por diez la presencia de tropas de la OTAN, de unos 5.000 soldados multinacionales antes de la invasión rusa a Ucrania, así como añadir defensas aéreas y marítimas.
Aunque lo acordado por la OTAN el miércoles se queda corto, significa que los aliados mantendrán más tropas en Estonia, Letonia y Lituania, enviarán más equipos, armas y municiones a la región y establecerán un sistema de refuerzo rápido.
Los líderes de la OTAN acordaron avanzar en la puesta a disposición de más de 300.000 soldados.
En el pasado, la alianza dependía de un número menor -unos 40.000 soldados- para ser los primeros en responder a cualquier ataque ruso u otra crisis.
"La guerra del presidente Putin contra Ucrania ha destrozado la paz en Europa y ha creado la mayor crisis de seguridad en Europa desde la Segunda Guerra Mundial", dijo el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en una conferencia de prensa. "La OTAN ha respondido con fuerza y unidad".
Estados Unidos también creará un nuevo cuartel general permanente del Ejército en Polonia, lo que fue inmediatamente bienvenido por el presidente polaco Andrzej Duda, ya que Varsovia buscaba desde hace tiempo una base militar permanente de Estados Unidos en su suelo.
La OTAN también acordó un paquete de ayuda militar y financiera a largo plazo para Ucrania, prometiendo acompañar a Kiev en su lucha.
En el centro de Madrid, los refugiados ucranianos celebraron una manifestación para pedir a la OTAN más armas para su país, que se enfrenta ahora a una guerra de desgaste contra la superioridad de la artillería rusa en el este del país.
La estudiante ucraniana Kateryna Darchyk, de 20 años, dijo a Reuters: "Pedimos que la OTAN nos dé armas porque tenemos soldados, tenemos gente dispuesta a luchar por Ucrania, hombres y mujeres que están dispuestos a proteger su país".
FIN DE LA NEUTRALIDAD NÓRDICA
Además, los 30 líderes de la OTAN invitaron a Finlandia y Suecia a formar parte de la alianza, una decisión que, una vez ratificada, pondría fin a décadas de neutralidad nórdica al colocar a ambos países bajo el paraguas nuclear de Estados Unidos.
La incorporación es posible porque Turquía retiró su veto al avance de los dos países hacia la adhesión tras cuatro horas de conversaciones el martes por la noche en Madrid, poniendo fin a semanas de drama que amenazaban la unidad aliada.
Como parte del acuerdo, Suecia y Finlandia acordaron no apoyar a los grupos militantes kurdos.
Tanto Finlandia, que tiene una frontera de 1.300 kilómetros con Rusia, como Suecia, patria del fundador del Premio Nobel de la Paz, se disponen ahora a incorporar a la alianza militares bien entrenados, lo que podría dar a la OTAN una superioridad en el Mar Báltico.
"Todavía no estamos cubiertos por el artículo 5 de la OTAN", declaró a Reuters el ministro de Relaciones Exteriores de Finlandia, Pekka Haavisto, en referencia a la cláusula de defensa colectiva de la OTAN. "Nuestro objetivo es que ese periodo sea lo más corto posible", dijo.
(Reporte adicional de Sabine Siebold, Belen Carreno, Humeyra Pamuk y Guillermo Martínez; Editado en español por Javier López de Lérida)