Por Colin Packham
SÍDNEY (Reuters) - Encargados de la Seguridad Nacional de Estados Unidos han comenzado a realizar rigurosas entrevistas en los centros de detención de ultramar de Australia, dijeron el martes a Reuters dos fuentes en estos campos.
Washington trata actualmente de cumplir un intercambio de refugiados que el presidente de EEUU, Donald Trump, ha calificado de "acuerdo estúpido".
La Administración Trump dijo el mes pasado que el acuerdo para ofrecer refugio a hasta 1.250 solicitantes de asilo de los centros progresaría con la condición de que los refugiados pasasen estrictos controles.
A cambio, Australia se ha comprometido a aceptar refugiados centroamericanos de un centro de Costa Rica, donde EEUU ha incrementado las acogidas en los últimos años con el acuerdo firmado por el expresidente Barack Obama.
Las primeras entrevistas de seguridad terminaron la semana pasada en el centro de detención de la Isla Manus, en Papua Nueva Guinea, según dijeron a Reuters dos refugiados que fueron sometidos al mencionado proceso.
Los refugiados dijeron que las entrevistas comenzaron con un juramento a Dios sobre decir la verdad y que después fueron interrogados durante seis horas con preguntas en detalle sobre sus relaciones sociales, familia, amigos y cualquier interacción con el Estado Islámico.
El de la Isla Manus es uno de los dos centros de detención dirigidos por Australia y acoge a aproximadamente 1.300 personas que fueron interceptadas tratando de llegar a Australia en barco.
Los grupos defensores de los derechos humanos han condenado la política de detención y las duras condiciones de los campos. Australia dice que el proceso es necesario por su papel disuasorio ya que miles de personas se ahogaron en el mar antes de que se instaurase esta política en 2013.
La decisión sobre la suerte que correrán las 70 personas entrevistadas se espera a lo largo del próximo mes, dijo otra fuente que trabaja con refugiados.
Un portavoz del Ministerio de Inmigración de Australia rechazó comentar sobre este proceso. El Departamento de Estado de EEUU y la Casa Blanca no respondieron inmediatamente a las preguntas.
La reubicación de los solicitantes de asilo a EEUU se ha designado para ayudar a Papua Nueva Guinea y Australia a proceder con el cierre del centro de detención de Manus el 31 de octubre.
Pero el destino de los aproximadamente 200 hombres considerados no refugiados es incierto.
Aquellos a los que no se les ofrezca establecerse en EEUU se les dará la oportunidad de asentarse en Papua Nueva Guinea o de volver a casa.
Australia ya ha ofrecido a los detenidos hasta 25.000 dólares para volver voluntariamente a casa, una oferta que muy pocos han aceptado.