Por Matt Spetalnick y Sarah Marsh
WASHINGTON/LA HABANA (Reuters) - Investigadores estadounidenses analizan una serie de teorías, incluida la posibilidad de un ataque "viral", que explique por qué se enfermó en el 2017 un grupo de diplomáticos que trabajaban en su embajada de La Habana, dijo el martes el Departamento de Estado.
Expertos estadounidenses aún deben determinar qué o quiénes estuvieron detrás de los misteriosos malestares que se comenzaron a registrar a finales de 2016. Sin embargo, no hallaron evidencia de un caso de "histeria masiva" entre los 24 empleados y familiares afectados, dijo un funcionario médico del Departamento de Estado en una audiencia ante el Senado.
Representantes del Departamento de Estado testificaron que era "incomprensible" que el Gobierno cubano no hubiera estado al tanto de lo que ocurrió o de quién fue el responsable, aunque no atribuyeron directamente la responsabilidad a La Habana.
Funcionarios de Cuba, que están llevando a cabo su propia investigación, han negado cualquier participación o conocimiento de qué o quién está detrás de los incidentes.
La jefa de la Dirección General de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, Josefina Vidal, criticó duramente a Washington en la tarde del martes por hablar de "ataques" cuando no tiene evidencia de tal cosa.
"La gran víctima de la audiencia del día de hoy ha sido la verdad", dijo en una conferencia de prensa en La Habana, y agregó que Cuba rechazó la politización del tema por parte de Estados Unidos.
El Gobierno del presidente Donald Trump, el cual ha revertido en parte una histórica distensión con Cuba, recortó drásticamente su personal en la embajada de La Habana y también expulsó a 17 diplomáticos cubanos de Washington.
Todd Brown, director adjunto de seguridad diplomática del Departamento de Estado, dijo que además de la posibilidad de un ataque acústico o sónico, los investigadores de Estados Unidos están considerando si su personal podría haber estado expuesto deliberadamente a un virus. Pero no ofreció más detalles ni evidencia.
"Sé que otro tipo de ataques están siendo considerados en conexión con esto", dijo. "Hay virus, hay ultrasonido, hay una variedad de cosas que los expertos técnicos están investigando", apuntó.
Expertos han argumentado que un ataque acústico parece improbable dado que habría causado un ruido extremadamente fuerte en el vecindario, y ese no fue el caso.
Funcionarios cubanos han descartado la teoría de un arma acústica y describieron las acusaciones de Washington como "ciencia ficción", acusando al Gobierno de Trump de politizar el tema.
Los legisladores también preguntaron si elementos rebeldes del Gobierno cubano o los servicios de seguridad, o una tercera parte como Rusia, pudieron estar involucrados. Funcionarios del Departamento de Estado dijeron que no podían discutir los temas ni especular sobre ellos en una audiencia pública.
"LESIÓN CEREBRAL TRAUMÁTICA"
Los síntomas sufridos por los diplomáticos incluyen pérdida de audición, vértigo, fatiga, dolores de cabeza y problemas cognitivos, un diagnóstico que se traduce en "lesión cerebral traumática leve", dijo Charles Rosenfarb, director de la Oficina de Servicios Médicos del Departamento de Estado.
Un funcionario estadounidense dijo el martes a Reuters que el Gobierno de Estados Unidos no enviará todavía de regreso a su personal a la embajada en La Habana. Washington retiró a más de la mitad de su personal de su sede en Cuba en octubre pasado.
"No pienso que podamos decir categóricamente que podemos garantizar que estarían a salvo de esto (si los empleados regresan)", dijo Brown en la audiencia presidida por el senador republicano Marco Rubio, un cubano-estadounidense muy crítico del Gobierno comunista.
Una comisión de investigación, que incluye a expertos cubanos y del FBI no ha encontrado prueba alguna de los presuntos "ataques".
La embajada estadounidense en La Habana reabrió en el 2015 como parte del acercamiento entre el exmandatario demócrata Barack Obama y el presidente cubano, Raúl Castro, tras más de cinco décadas de hostilidades.