Por Matt Spetalnick
WASHINGTON (Reuters) - El Gobierno del presidente Donald Trump prepara sanciones contra otro grupo de altos cargos venezolanos cercanos al mandatario Nicolás Maduro en respuesta a la instalación de la polémica asamblea plenipotenciaria, dijo el lunes un responsable oficial estadounidense.
Las nuevas medidas, que impedirán que los afectados viajen a Estados Unidos, prohibirán que los ciudadanos de ese país tengan negocios con ellos y congelarán sus activos bajo jurisdicción de Washington, podrían anunciarse esta semana, dijo un responsable oficial a Reuters.
Aún no se ha tomado una decisión final sobre la lista de personas sancionadas, que posiblemente incluiría un número significativo, ni sobre el momento exacto del anuncio, dijeron dos fuentes que solicitaron hablar bajo condición de anonimato.
Washington aplicó sanciones a Maduro la semana pasada, después de tomar medidas similares contra 13 altos cargos venezolanos el 26 de julio.
La próxima ronda de sanciones no incluiría medidas contra el sector petrolero de Venezuela, consideradas como las más duras, aunque fuentes estadounidenses han dicho que esa opción sigue siendo estudiada.
"Queremos dejar espacio para hacer más si las acciones de Maduro continúan, no incluir a todos y todo lo que falta con un solo golpe", dijo un responsable involucrado en las deliberaciones de la Casa Blanca.
El Gobierno de Estados Unidos no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios. Bloomberg News informó inicialmente el plan de nuevas sanciones.
Los preparativos de nuevas sanciones se conocen después de que la semana pasada se instalara la Asamblea Constituyente en Venezuela, que se espera reescriba la carta magna del país y que prevalece sobre el resto de los poderes públicos.
El Gobierno de Trump y la oposición venezolana consideran que la asamblea es un intento de Maduro de consolidar una dictadura después de meses de protestas letales en el país sudamericano.
Las autoridades estadounidenses, que la semana pasada anunciaron medidas contra Maduro por lo que llamaron un abuso de poder, reiteraron su amenaza de una dura respuesta económica y advirtieron que cualquiera que sirva en la nueva asamblea enfrentará sanciones de Washington.
Estados Unidos, la Unión Europea y la mayoría de los vecinos de Venezuela dijeron que la elección de la asamblea estuvo viciada.