Por Phil Stewart y Ellen Francis
WASHINGTON/BEIRUT (Reuters) - Estados Unidos probablemente ponga fin a su campaña aérea contra el Estado Islámico en Siria cuando retire sus tropas, dijeron el jueves altos cargos, lo que completaría un cambio abrupto de política que ha alarmado a los aliados occidentales y kurdos de Washington.
Los aliados de la OTAN, Francia y Alemania, dijeron que el cambio de curso de Washington en Siria puede perjudicar a la lucha contra Estado Islámico. Algunos de los compañeros republicanos del presidente Donald Trump dijeron que la retirada de tropas también fortalece a Rusia e Irán.
El anuncio de la retirada de las tropas por parte del presidente Trump el miércoles acabó con un pilar central de la política estadounidense en Oriente Medio.
En Washington, algunos diputados a ambos lados del espectro político instaron a Trump a que revirtiera el curso. Francia, un miembro importante de la coalición liderada por Estados Unidos contra el Estado Islámico, dijo que mantendría sus tropas en el norte de Siria por ahora y rechazó la afirmación de Trump de que el grupo fue derrotado.
"Ni el Estado Islámico ni sus raíces han sido borrados del mapa. Los últimos bastiones de esta organización terrorista deben ser derrotados militarmente de una vez por todas", dijo en Twitter la ministra de Defensa francesa, Florence Parly.
Trump defendió su decisión el jueves por Twitter. El presidente dijo que está cumpliendo una promesa de su campaña de 2016. Estados Unidos, escribió, estaba haciendo el trabajo de otros países, recibió poco a cambio y es "hora de que otros finalmente luchen".
Altos cargos estadounidenses dijeron que se espera que la retirada de tropas signifique el fin de la campaña aérea estadounidense contra el Estado Islámico en Siria.
La guerra aérea liderada por Estados Unidos ha sido clave para hacer retroceder a militantes en Siria y en Irak, con más de 100.000 bombas y misiles disparados contra objetivos en los dos países desde 2015.
Sin embargo, un alto cargo estadounidense dijo que no se había tomado una decisión final sobre la campaña aérea y que no descartaba algún tipo de apoyo para los aliados.
Estados Unidos dijo al Consejo de Seguridad de la ONU que estaba comprometido con la "destrucción permanente" del Estado Islámico en Siria y seguiría presionando para que se retiren las fuerzas respaldadas por Irán del país.
Las aproximadamente 2.000 tropas estadounidenses en Siria, muchas de ellas fuerzas especiales, estaban ayudando a combatir al Estado Islámico, pero también se las consideraba un posible baluarte contra el presidente sirio Bashar al-Assad, quien ha recuperado gran parte del país con ayuda militar de Irán y Rusia.
Altos cargos estadounidenses, que hablaron bajo condición de anonimato, dijeron a Reuters que los comandantes estadounidenses en el terreno están preocupados por el impacto de una rápida retirada y se sorprendieron por la decisión de prescindir de las tropas.
(Información adicional de Daren Butler en Estambul, John Irish en París; Michelle Nichols en Naciones Unidas, Dan Williams en Jerusalén y Mohammad Zargham en Washington; Editado en Español por Javier López de Lérida)