Por Matt Spetalnick
WASHINGTON (Reuters) - Estados Unidos impuso el jueves sanciones diplomáticas al líder del Partido Comunista y expresidente cubano Raúl Castro, al acusarlo de "graves violaciones de los derechos humanos", en medio de su presión sobre La Habana por el apoyo al mandatario socialista de Venezuela, Nicolás Maduro.
En la acción directa más dura del Gobierno de Donald Trump contra el jefe del Partido Comunista de Cuba. Las sanciones de Estados Unidos apuntaron a Castro, hermano del fallecido Fidel Castro, a sus hijos y otros miembros de la familia.
"Castro es responsable por las acciones de Cuba para apuntalar al antiguo régimen de Maduro en Venezuela a través de la violencia, la intimidación y la represión", dijo el secretario de Estado, Mike Pompeo.
Pompeo también acusó a Castro, de 88 años y quien es considerado la figura más poderosa de Cuba, de supervisar "un sistema que detiene arbitrariamente a miles de cubanos y actualmente tiene más de 100 prisioneros políticos".
El Gobierno de Cuba no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
Esta fue la última medida punitiva que el Gobierno de Trump toma contra la isla, en medio de un endurecimiento de las relaciones tras la apertura histórica a La Habana bajo el mandatario demócrata Barack Obama. Cuba y Estados Unidos restablecieron sus relaciones diplomáticas formales en julio de 2015 tras décadas de hostilidades.
Trump se ha enfocado especialmente en el apoyo de Cuba a Maduro. A principios de este año, Washington y decenas de otros países reconocieron al líder opositor Juan Guaidó como el presidente legítimo de Venezuela en desmedro del líder socialista, al que acusan de manipular las últimas elecciones del país petrolero.
"Junto con los oficiales militares y de inteligencia de Maduro, miembros de las fuerzas de seguridad cubanas han estado involucrados en graves violaciones de los derechos humanos y abusos en Venezuela, incluida la tortura", dijo Pompeo.
El Gobierno de Venezuela reaccionó airadamente. "Es la soberbia (de Estados Unidos), procurar con esa soberbia, humillarlo, por Dios (...) La dignidad de Cuba, la dignidad de Fidel Castro, de Raúl Castro, son inexpugnables", dijo el canciller Jorge Arreaza a periodistas en Nueva York, en declaraciones transmitidas por la televisión estatal.
La semana pasada, Estados Unidos expulsó a dos diplomáticos cubanos de Naciones Unidas, argumentando "operaciones de influencia". Washington ha dejado claro que un objetivo clave es obligar a Cuba a abandonar a Maduro, algo que La Habana sostiene que nunca hará.
"Castro es cómplice de socavar la democracia de Venezuela y desencadenar la mayor crisis humanitaria del hemisferio, obligando a 15 por ciento de la población venezolana a huir del país, precipitando una escasez de alimentos y una crisis de salud sin precedentes en esta región", dijo Pompeo.
Raúl Castro fue durante casi medio siglo ministro de Defensa de Cuba antes de asumir oficialmente en 2008 la presidencia cuando su hermano Fidel enfermó. En 2018 entregó la presidencia a Miguel Díaz-Canel, aunque se mantiene como jefe del Partido Comunista.
(Información de Matt Spetalnick; reporte adicional de Lisa Lambert en Washington, Sarah Marsh en La Habana y Vivian Sequera en Caracas. Escrito por Nelson Acosta. Editado por Javier Leira)