Por Lesley Wroughton y Steve Holland
WASHINGTON (Reuters) - Estados Unidos se retiró el martes del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas al que acusó de un "sesgo crónico contra Israel", una medida que activistas advirtieron de que dificultará aún más el avance de las garantías para las personas a nivel global.
Acompañada del secretario de Estado Mike Pompeo, la embajadora de Washington ante Naciones Unidas, Nikki Haley, criticó a Rusia, China, Cuba y Egipto por frustrar los esfuerzos de su país para reformar el consejo. Además, cargó contra países que dijo que comparten valores con Estados Unidos pero siguen "sin voluntad de cambiar el status quo".
Estados Unidos, que está a medio camino de su periodo de tres años como miembro del consejo de derechos humanos, ya había amenazado en reiteradas ocasiones con retirarse si no había una reforma, ya que acusa a la entidad compuesta por 47 países de adoptar políticas en contra de Israel.
"Miren a los miembros del consejo y verán una terrible falta de respeto por los derechos más básicos", dijo Haley, que mencionó a Venezuela, China, Cuba y la República Democrática del Congo.
Haley también dijo que el "foco desproporcionado y la hostilidad sin fin hacia Israel es una prueba clara de que el consejo está motivado por prejuicios políticos y no por los derechos humanos".
El retiro de Washington es el más reciente rechazo de Estados Unidos a esfuerzos multilaterales, después de que abandonó el acuerdo climático de París y un tratado nuclear sobre Irán.
También ocurre cuando Estados Unidos enfrenta intensas críticas por la detención de niños separados de sus padres inmigrantes en la frontera con México. El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad al-Husein, pidió el lunes a Washington que detenga su política "inadmisible".
Grupos de defensa de los derechos humanos han criticado al Gobierno de Trump por no priorizar su promoción como parte de su política exterior. Sus críticos dicen que envía el mensaje de que su administración ha decidido ignorar los abusos cometidos en algunas partes del mundo.
Haley dijo que el retiro de Estados Unidos del organismo no es un "alejamiento de nuestros compromisos con los derechos humanos".