Por Markus Wacket
BERLÍN (Reuters) - Los posibles socios de coalición en Alemania han acordado abandonar un ambicioso plan para reducir en 2020 las emisiones de dióxido de carbono en un 40 por ciento desde los niveles de 1990, dijeron el lunes dos fuentes a Reuters, lo que sería un potencial bochorno para la canciller Angela Merkel.
Los negociadores del bloque conservador de Merkel y los socialdemócratas del SPD dijeron a Reuters que los partidos habían acordado en las negociaciones exploratorias para formar gobierno que la reducción planeada de las emisiones no se lograría para 2020.
En su lugar buscarían alcanzar el objetivo del 40 por ciento en los primeros años de la década de 2020, dijeron las fuentes, añadiendo que ambas partes siguen comprometidas con alcanzar la reducción del 55 por ciento de las emisiones para 2030.
El acuerdo supondría de algún modo un giro de 180 grados de Merkel, quien se ha presentado desde hace tiempo en la escena internacional como valedora de las políticas para proteger el clima.
Los partidos acordaron que la cuota de energía renovable en el consumo eléctrico de Alemania debería subir al 65 por ciento para 2030 desde el 25 por ciento actual, dijeron las fuentes.
Actualmente el Ejecutivo planea elevar la cuota de renovables a entre el 45 y el 55 por ciento para 2025.
Las dos partes quieren seguir adheridas a un acuerdo de protección climática que prevé que una comisión remita planes para abandonar la energía respaldada por el carbón para finales de año, añadieron las fuentes.
REBAJA FISCAL
Los conservadores de Merkel y los socialdemócratas del SPD han acordado elevar a 60.000 euros anuales el umbral para aplicar el mayor tipo fiscal a las rentas, del 42 por ciento, frente al actual de 53.700 euros, dijo otra fuente.
La CDU de Merkel y su aliado en Baviera, la CSU, prometieron reducciones fiscales durante la campaña hacia las elecciones de septiembre, y el acuerdo inicial para elevar el umbral señala que el SPD está dispuesto a hacer concesiones.
Alcanzar un acuerdo con el SPD para renovar la coalición con los conservadores que ha dirigido el país desde 2013 es la mejor opción para que Merkel se asegure su cuarto mandato tras unas elecciones en septiembre que debilitaron a ambas fuerzas.
El acuerdo del lunes es sólo un pequeño paso en las negociaciones las dos partes, que tienen que salvar grandes diferencias en asuntos como inmigración, el futuro de la UE y la economía.
Merkel, que en noviembre no logró formar coalición con los Verdes y los Liberal Demócratas del FDP, dijo el domingo al inicio de cinco días de negociaciones con el SPD que las conversaciones tendrían éxito.
Los miembros de su propio partido mostraron un optimismo similar el lunes.
"Conocemos las limitaciones fiscales y somos optimistas", dijo Julia Kloeckner, de la CDU.
El líder del SPD, Martin Schulz, ha prometido que cualquier acuerdo con los conservadores sería votado por los miembros de su formación, muchos de los cuales se oponen a la denominada 'gran coalición' de los dos mayores partidos del Parlamento.
El SPD quiere mejorar los derechos de los trabajadores y acabar con el sistema sanitario dual del país, con una atención privada de coste elevado y una pública más accesible, para sustituirlo por un "seguro ciudadano" único.
También se opone a un plan de los conservadores para ampliar la prohibición que vence en marzo para la reunificación familiar de algunos solicitantes de asilo.