Por Leigh Thomas y Giuseppe Fonte
PARÍS, 11 nov (Reuters) -Un barco de caridad que transportaba a unos 230 migrantes rescatados en el mar atracó el viernes en un puerto francés tras ser rechazado por Italia, mientras se intensifica la guerra retórica sobre su destino entre los dos vecinos de la Unión Europea.
El Gobierno francés aceptó el jueves acoger el barco de la ONG Ocean Viking, criticando duramente la negativa del nuevo Gobierno de derechas de Roma y diciendo que suspendería los planes de acoger a 3.000 migrantes que ya están en Italia.
Mientras un ministro francés acusaba a Roma de romper un vínculo de confianza y de incumplir las leyes internacionales de protección de los inmigrantes, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, calificó la reacción de París de "incomprensible e injustificada".
Dijo que Italia había acogido a casi 90.000 inmigrantes en sus puertos este año, y que la UE debía hacer más esfuerzos para defender sus fronteras.
El Ocean Viking atracó el viernes en un puerto militar de Toulon, al sur de Francia, con migrantes, entre ellos decenas de niños, salvados del Mediterráneo en octubre.
La ministra francesa de Asuntos Europeos, Laurence Boone, dijo que el rechazo de Italia al barco quebrantaba las normas europeas sobre el reparto de responsabilidades o la acogida de migrantes.
"Se ha roto la confianza... porque ha habido una decisión unilateral que pone vidas en peligro y que además no cumple con el derecho internacional", dijo Boone a la radio Franceinfo.
ITALIA DEFIENDE SU POSTURA
Meloni dijo en su primer discurso ante el parlamento el mes pasado, tras ser nombrada para dirigir el Gobierno más derechista de Italia desde la Segunda Guerra Mundial, que quería detener las salidas por mar y que su administración no permitiría la entrada ilegal de personas en Italia.
El viernes dijo a la UE que no tratara de castigar a Italia por su postura. "Europa podría decidir tratar este asunto aislando a Italia. Creo que sería mejor aislar a los traficantes de barcos de migrantes".
Uno de sus ayudantes más cercanos advirtió antes a Francia de que no intentara limitar el acceso de Roma a los fondos de recuperación de la UE tras la pandemia como represalia.
El comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, ex primer ministro italiano, pidió moderación.
"Estos dos grandes países tienen que tener una relación amistosa y de cooperación. Esto es esencial tanto para Francia como para Italia, pero también para la Unión Europea", declaró a los medios de comunicación italianos en Bruselas.
Acusado por la oposición de extrema derecha de Francia de ser blando con la inmigración, el Gobierno centrista del presidente Emmanuel Macron está ansioso por evitar que la llegada del barco alimente más críticas en su país.
El jefe del servicio gubernamental francés a cargo de los extranjeros, Eric Jalon, dijo que nueve Estados de la UE ya habían acordado acoger a dos tercios de los migrantes del Ocean Viking y que también había conversaciones en curso con otros países.
El prefecto de la región de Var, Evence Richard, dijo que los inmigrantes serían enviados a un centro de acogida donde recibirían atención médica y se tramitarían sus solicitudes de asilo.
Jalon dijo que los migrantes que no fueran considerados aptos para permanecer en la UE serían devueltos a su país de origen.
(Información adicional de Angelo Amante, Alvise Armellini y Keith WeirEditado en español por Flora Gómez)