Por Steve Tongue
BURDEOS, Francia (Reuters) - Cuando Croacia se cruce el martes con España en su último partido de la fase de grupos de la Eurocopa 2016, la atención estará puesta tanto en las gradas como en el terreno de juego.
Los seguidores más salvajes de Croacia han causado disturbios en los dos partidos disputados por su selección y se espera que la UEFA, el organismo rector del fútbol europeo, anuncie el lunes el resultado de una investigación sobre el comportamiento de los aficionados.
La UEFA abrió un procedimiento disciplinario a Croacia después de que sus aficionados lanzaran bengalas y saltaran al campo durante su primer partido dentro del Grupo D en el que Croacia ganó a Turquía por 1-0.
Después, en su segundo partido en el que empató el viernes contra República Checa por 2-2, el juego se detuvo durante cuatro minutos debido a que los seguidores lanzaron bengalas y se pelearon entre sí.
Una vez que los equipos regresaron al campo, los jugadores de Croacia sintieron que habían perdido la concentración, lo que contribuyó a que los checos igualaran en los últimos minutos de partido por medio de un penalti.
Ese empate implica que en vez de ya estar clasificada junto a España para octavos, Croacia necesita sumar el martes al menos un punto para pasar de ronda, lo que añade más tensión al encuentro.
En cuanto a los españoles, su afición tampoco ha tenido un comportamiento intachable, en una competición donde se han vivido numerosos incidentes por parte de los aficionados.
Tres seguidores españoles fueron arrestados en Niza por llevar banderas neo-nazis y otros tres por tratar de introducir bengalas en el estadio donde se iba a jugar el partido contra Turquía.
El jefe de seguridad de Croacia dijo el sábado que habían informado a la UEFA y a la policía sobre una manifestación planeada cerca del final del partido contra los checos y que poseían información sobre el partido del martes, material que enviarían a las autoridades.
"Perdimos el ritmo cuando el partido fue suspendido por culpa de nuestros seguidores", dijo a la prensa el centrocampista Ivan Rakitic.
El domingo, el croata prefirió referirse al placer y al mismo tiempo reparo que le daba enfrentarse a sus amigos y compañeros de equipo en el Barcelona, Andrés Iniesta y Sergio Busquets.
"No he hablado mucho con mis compañeros del Barça estos días", dijo en una rueda de prensa. "Sabemos que va a ser difícil porque somos conscientes de su calidad tanto individual como colectiva".
"Pero tenemos que demostrar que podemos mantener solidez frente a ellos. Tenemos que imponernos y hacer que se preocupen de nosotros".
Esta aspiración será aún más difícil de conseguir si el influyente centrocampista croata Luka Modric no logra recuperarse para jugar, dotando de todavía más importancia al papel de Rakitic.
A pesar de que España ya tiene asegurada su presencia en la siguiente ronda, el equipo pretende quedar primero de grupo y así enfrentarse a un tercer clasificado de otro grupo en el partido de octavos. Perder contra Croacia supondría para España quedar segunda y enfrentarse a Italia, el ganador del Grupo E.