KINSHASA, 2 ago (Reuters) - El Gobierno de la República Democrática del Congo reevaluará el plan de retirada de la misión de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas en el país tras las protestas contra la ONU de la semana pasada, que se saldaron con la muerte de decenas de personas, según declaró a última hora del lunes, sugiriendo que podría pedir a las tropas de la ONU que abandonen su territorio antes de lo previsto.
El Gobierno congoleño dijo que 29 civiles y cuatro miembros de la Misión de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (MONUSCO) murieron durante una serie de manifestaciones ocurridas en el este del Congo. Los manifestantes exigían que las fuerzas de paz de la ONU abandonaran el país por no haber protegido a la población de unos grupos armados que han causado estragos en la región durante décadas.
"El Gobierno ha recibido instrucciones de acelerar una reunión con la MONUSCO para reevaluar su plan de retirada", decía el comunicado gubernamental, sin dar más detalles.
La MONUSCO, que tomó el relevo de una operación anterior de la ONU en 2010, lleva años reduciendo su presencia en el Congo gradualmente y su mandato actual termina en diciembre. Un portavoz de la misión no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios de Reuters.
Las tropas de la ONU fueron acusadas de tomar represalias por la fuerza y, en algunos casos, de recurrir al uso de balas reales, mientras cientos de manifestantes lanzaban piedras y cócteles molotov y destrozaban e incendiaban edificios de la ONU.
Una comisión gubernamental enviada para evaluar las consecuencias de los hechos determinó que 13 personas murieron en los enfrentamientos en la ciudad de Goma, otras 13 -entre ellas cuatro miembros de las fuerzas de paz- en Butembo, y tres en Kanyabayonga, dijo la presidencia del Congo.
Cuatro manifestantes murieron en la ciudad de Uvira cuando las fuerzas armadas efectuaron disparos que alcanzaron un cable eléctrico que cayó sobre ellos.
Tres civiles murieron en otro incidente, registrado el domingo, en el que soldados que regresaban de un permiso de una brigada de intervención de la ONU abrieron fuego en un puesto fronterizo.
Alrededor de 170 personas resultaron heridas, añadió la comisión, señalando un fuerte sentimiento antinorteamericano entre los representantes de la sociedad civil.
La ONU ha condenado la violencia y se ha comprometido a investigar los presuntos abusos cometidos por ambas partes junto con las autoridades congoleñas.
La MONUSCO tenía más de 12.000 soldados y 1.600 policías desplegados en el Congo hasta noviembre de 2021, según su sitio web.
Las misiones de mantenimiento de la paz de la ONU se han visto envueltos en acusaciones de abusos en el pasado.
Las frustraciones contra la MONUSCO se vieron avivadas por el reciente recrudecimiento de los enfrentamientos entre las tropas locales y el grupo rebelde M23 en el este del Congo, que han desplazado a miles de personas
Los ataques de grupos armados vinculados al Estado Islámico también han continuado, a pesar del estado de emergencia de un año y de las operaciones conjuntas contra ellos de los ejércitos congoleño y ugandés.
(Reporte de Stanis Bujakera; información adicional y redacción de Sofia Christensen en Dakar; edición de Estelle Shirbon y Bernadette Baum; traducción de Darío Fernández)