Por Khalid Abdelaziz
JARTUM (Reuters) - Soldados sudaneses intervinieron para proteger a los manifestantes el lunes después de que las fuerzas de seguridad intentaran disolver una protesta de miles de manifestantes antigubernamentales que acampaban frente al Ministerio de Defensa en el centro de Jartum, dijeron testigos y activistas.
Según dichas fuentes, la policía antidisturbios y el personal del servicio secreto cargaron contra los manifestantes con camionetas mientras disparaban gases lacrimógenos, tratando de dispersar a una multitud de unos 3.000 hombres y mujeres.
Sin embargo, según testigos y activistas, los soldados que custodiaban el recinto habían salido para proteger a los manifestantes, disparando al aire a modo de advertencia.
Las fuerzas de seguridad se retiraron sin devolver los disparos y los soldados se desplegaron por la zona, mientras los manifestantes gritaban "El ejército nos protege" y "Un solo pueblo, un ejército", dijeron testigos. No se han registrado víctimas de momento.
El ministro de Información, Hassan Ismail, quien también es portavoz del Gobierno, desmintió las formaciones, diciendo:
"La multitud frente al mando general (militar) se ha dispersado completamente, de manera que no hubo víctimas".
"Los aparatos de seguridad trabajan en consonancia, y con energía positiva y en armonía", agregó.
Intentos anteriores de las fuerzas de seguridad no han logrado dispersar a los manifestantes, quienes han prometido quedarse hasta que Bashir dimita.
Ha habido protestas, en su mayoría pequeñas pero constantes, desde diciembre, cuando el Gobierno trató de elevar el precio del pan.
Los 40 millones de habitantes de Sudán están sufriendo una grave crisis económica causada en parte por años de sanciones de Estados Unidos y en parte por la pérdida de los ingresos del petróleo desde que Sudán del Sur se separó en 2011.
Las protestas se han concentrado en contra de Bashir, un ex general del ejército que llegó al poder en un golpe militar en 1989.
Los manifestantes acusan a Bashir, quien está imputado por fiscales internacionales de presuntos crímenes de guerra en la región occidental de Darfur, de ejercer la represión durante años y promover políticas que han arruinado la economía.
El Gobierno niega cualquier atrocidad en Darfur y culpa a las sanciones estadounidenses de las dificultades económicas.
(Información de Khalid Abdelaziz, escrito por Sami Aboudi; traducido por Tomás Cobos en la redacción de Madrid)