Por Mariam Karouny
BEIRUT (Reuters) - Tropas sirias apoyadas por combatientes de Hezbolá e iraníes lanzaron el viernes una ofensiva al sur de Alepo, expandiendo su contraataque contra los rebeldes al oeste de Siria con respaldo de ataques aéreos rusos.
El asalto supone que el ejército ahora está presionando a los insurgentes en varios frentes cerca de las principales ciudades occidentales de Siria, cuyo control le aseguraría mantener el control al presidente Bashar al Asad incluso si el este del país sigue aún en manos del Estado Islámico.
Alepo, un centro comercial e industrial cerca de la frontera con Turquía, era la ciudad más grande de Siria antes de su guerra civil de cuatro años, que derivó de las protestas contra el gobierno de Asad.
El control de la ciudad, todavía hogar de dos millones de personas, está dividido entre el gobierno y los rebeldes.
"Esta es la batalla prometida", dijo un alto cargo militar del gobierno sobre la ofensiva respaldada por cientos de efectivos de Hezbolá y fuerzas iraníes.
Se trata de la primera vez que combatientes iraníes participan a esa escala en el conflicto sirio, agregó, aunque las cifras eran modestas comparadas con las fuerzas del ejército.