Por Amy Sawitta Lefevre y Panarat Thepgumpanat
BANGKOK (Reuters) - "¡Hurra! ¡Hurra!", el jefe de la junta de Tailandia, Prayuth Chan-ocha, fue recibido con una gran ovación cuando inspeccionó la operación de rescate de 12 niños y su entrenador de fútbol de una cueva inundada esta semana.
La unidad de élite SEAL de la Marina de Tailandia, cientos de militares y equipos de rescate extranjeros participaron en la apasionante misión de 17 días para salvar a los niños atrapados en la inundada cueva Tham Luang en la provincia de Chiang Rai, en el norte del país, y el "Hurra" para subir la moral de la Marina se convirtió en un grito de guerra para la misión.
El rescate, que finalizó el martes con los 13 sanos y salvos, fue recibido con júbilo en todo el mundo, y al menos por ahora, ha unido en una aureola de buena voluntad a un país dividido por la política durante años.
El éxito de la operación liderada por militares podría ayudar a Prayuth, -quien, como jefe del Ejército, dio un golpe de Estado en 2014 que derrocó a un gobierno civil-, a pulir su imagen en las elecciones generales que algunos tailandeses esperan sirva para que el austero veterano militar pase a ser el jefe de un nuevo gobierno civil.
El final feliz del rescate no podía haber llegado en un mejor momento.
La eficacia de la operación contrasta con la lentitud de las reformas, que la junta prometió cuando asumió el poder. Los sondeos de opinión de este año mostraron que la popularidad del primer ministro había caído respecto al año anterior.
"Ayuda a su popularidad", dijo Kan Yuenyong, jefe del 'think-tank' independiente Siam Intelligence Unit, sobre Prayuth, de 64 años, quien también se reunió con familiares de los niños cuando visitó la cueva el lunes, horas después de que un segundo grupo de ellos hubiera sido rescatado.
Prayuth, quien ha retrasado repetidamente las elecciones generales que prometió por primera vez en 2015, ha sido presionado en los últimos meses para celebrar los comicios.
Manifestantes antigubernamentales han salido a las calles de forma intermitente desde principios de año, a pesar de que este tipo de concentraciones están oficialmente prohibidas.
Está previsto que las elecciones se celebren en mayo del próximo año.
El portavoz del Ministerio de Defensa, Kongcheep Tantravanich, dijo que unos 2.000 militares participaron en la misión de la cueva, y rechazó cualquier sugerencia de que alguien estuviera pensando siquiera en un aumento de la popularidad.
"Se trata de amor, de generosidad y la armonía del pueblo tailandés ... y los esfuerzos de todas las partes que querían superar un desastre natural", dijo Kongcheep.
"No se trata de la popularidad de los militares. Los soldados lo hicieron con corazón".
Las fuerzas armadas tailandesas se presentan como los principales defensores de la monarquía y se han dado muchos golpes de Estado en nombre del rey.
La presencia de la monarquía fue visible durante todo el rescate y los responsables implicados en la misión elogiaron repetidamente la ayuda prestada por el rey Maha Vajiralongkorn, de 65 años, quien envió camiones de cocina y personal para ayudar a los equipos de rescate.
Prayuth goza de una gran popularidad en Bangkok, donde votantes de clase media desconfían de la oposición leal al ex primer ministro populista Thaksin Shinawatra, quien es despreciado por el 'establishment' dominado por los militares.
Thaksin, de la ciudad septentrional de Chiang Mai, ha ganado tradicionalmente votos en las comunidades más pobres del noreste y del norte, como de la que provienen los niños, donde el rescate inevitablemente será visto como una ventaja para el gobierno.
"Es un éxito para este gobierno simple y llanamente", dijo Sao Pancharoen, de 58 años, un voluntario de Chiang Rai.
(Información adicional de Chayut Setboonsarng en BANGKOK y Panu Wongcha-um en MAE SAI, Chiang Rai; Escrito por Amy Sawitta Lefevre; Traducido por Blanca Rodríguez)