MADRID (Reuters) - El Gobierno español tuvo que hacer frente el miércoles a las recomendaciones de tres organismos internacionales - OCDE, FMI y Comisión Europea- que emitieron el mismo día sus previsiones sobre la economía española alertando sobre el coste de la incertidumbre política.
Los tres organismos advierten de los riesgos a la baja que supone la guerra comercial a nivel global pero también la inestabilidad a nivel nacional, con un Gobierno en minoría que tiene muy difícil sacar unos nuevos presupuestos adelante.
La última opinión en conocerse fue la del FMI que rebajó hasta dos décimas su última estimación de crecimiento de la economía española para 2018 -emitida en octubre-, dejándola en una mejora del 2,5 por ciento del PIB.
El Gobierno, la OCDE y la Comisión Europea sostienen que la economía acabará el año con un crecimiento del 2,6 por ciento.
Con el año casi finalizado, son las cifras para 2019 las que tienen una mayor relevancia, en especial el tamaño del déficit previsto para 2019 que será mayor, según estos organismos, de lo anunciado por el Ejecutivo de Pedro Sánchez.
El FMI cree que el déficit se desviará por lo menos hasta el 2,4 por ciento - el objetivo es un 1,8 por ciento-, arrastrado por la inercia de la falta de unos nuevos presupuestos para España. El FMI trabaja con la hipótesis de que el Ejecutivo de Sánchez no conseguirá los apoyos necesarios para alumbrar unas nuevas cuentas.
Las opiniones de estos tres organismos multilaterales llegan en un momento especialmente convulso en la política española, donde el presidente Sánchez ya ha aceptado que la falta de un presupuesto puede "acortar" la legislatura, agitando el fantasma de elecciones anticipadas.
La Comisión Europea cree que el agujero fiscal se quedará en un 2,1 por ciento en 2019 para España pero opina que el país está en riesgo de no cumplir en el próximo ejercicio con el Pacto de Estabilidad y Crecimiento y le pide más pasos en especial orientados a reducir el nivel de deuda.
Ambos organismos, en otros tiempo dos de las tres patas de la 'Troika' que aprobó el plan de rescate financiero español junto con el Banco Central Europeo (BCE), son especialmente cautelosos con el efecto de la subida del salario mínimo pretendida por el Gobierno de Sánchez.
La subida, del 22 por ciento hasta los 900 euros, no necesita de una mayoría en el Congreso para entrar en vigor.
El FMI cree que la subida pondría en riesgo "oportunidades para los menos formados y los jóvenes". Por su parte, la Comisión Europea cree que frenará el crecimiento del empleo pero que se compensará en la masa salarial por la subida de los salarios.
Los tres organismos hacen hincapié en la reforma pendiente del mercado laboral por el incremento de los contratos temporales en España. En este sentido, el FMI vuelve a sugerir que se recorte la indemnización por despido de los contratos indefinidos, algo que causa mucho malestar en la opinión pública española.
Los organismos también advirtieron de la desviación de gasto público que supondrá volver a ligar las pensiones a la inflación y pidieron medidas en materia de ingresos que compensen esta opción.
(Información de Belén Carreño; Editado por Carlos Ruano)