Por Henrik Stolen y Joachim Dagenborg
OSLO (Reuters) - La primera ministra de Noruega Erna Solberg, conservadora y partidaria de rebajas de impuestos, se declaró ganadora el martes en las elecciones parlamentarias, venciendo a una oposición liderada por el partido laborista con promesas de una gestión estable de una economía dependiente del petróleo.
La victoria es histórica para Solberg, cuyos partidarios comparan su estilo de gestión firme con el de la canciller alemana Angela Merkel, porque ningún gobierno conservador ha retenido el poder en unas elecciones en Noruega desde 1985.
"Parece una clara victoria" para el centroderecha, dijo una pletórica Solberg entre ovaciones de sus seguidores en Oslo pasada la medianoche tras los comicios del lunes.
"Nuestras soluciones han funcionado, hemos creado empleo", dijo, pero advirtió: "Tenemos algunos desafíos por delante ... Los ingresos petroleros van a ser más bajos, todos debemos asumir la responsabilidad".
La coalición gobernante en minoría, integrada por los conservadores de Solberg y el populista Partido del Progreso, junto con dos pequeños aliados de centroderecha, parecía dispuesta a conseguir una reducida mayoría de 89 escaños en un parlamento de 169 asientos, según una proyección oficial con el 95 por ciento de los votos escrutados.
"Es una gran decepción", dijo el líder laborista en la oposición Jonas Gahr Stoere, reconociendo la derrota de su partido, que ha sido una fuerza dominante en la política noruega durante un siglo.
Solberg, de 56 años, planea más recortes de impuestos como una vía para estimular el crecimiento del principal productor de petróleo y gas de Europa. Stoere había abogado por subir los impuestos para mejorar servicios públicos como educación y salud para los 5 millones de ciudadanos noruegos.
La industria petrolera podría verse afectada por las elecciones porque Solberg necesitará el apoyo de dos aliados de centroderecha con mentalidad verde para asegurarse una mayoría que pueda legislar en el parlamento.
Uno de estos dos partidos, los liberales, quiere límites estrictos en la exploración de petróleo y gas en las aguas del Ártico.
El Partido Conservador de Solberg parece que perderá tres escaños hasta los 45, con lo que dependerá más de terceros y tal vez proclame un gobierno menos estable.
El líder del otro partido minoritario, el demócrata-cristiano, advirtió a Solberg que no apoyaría automáticamente cualquier decisión de gobierno". No daremos una garantía para los próximos cuatro años", dijo Knut Arild Hareide.
"Ellos (liberales y demócrata-cristianos) apoyarán a Solberb como primera ministra, pero la pregunta es si pactan un acuerdo firme o cooperarán caso por caso", dijo Elisabeth Ivarsflaten, profesora de política comparada en la Universidad de Bergen.
"Así que podría ser un gobierno más débil", dijo a Reuters.
La corona noruega subía ligeramente tras las primeras proyecciones sobre el resultados.
Durante gran parte del año, los laboristas y sus aliados eran favoritos en las encuestas para ganar claramente las elecciones, pero el apoyo al Gobierno ha subido con la recuperación gradual de la economía tras el derrumbe del precio del petróleo, la principal exportación del país.
El desempleo, que el año pasado marcó un máximo de veinte años en el 4 por ciento, ha bajado desde entonces al 4,3 por ciento, mientras que la confianza del consumidor se encuentra en máximos de una década.
Solberg se ha ganado el crédito de la recuperación con un estilo de gestión serio. La economía noruega tiene además el colchón del mayor fondo soberano del mundo, alimentado con los ingresos por hidrocarburos y que el martes alcanzó el récord del billón de dólares.