MADRID (Reuters) - El Gobierno catalán ha convocado para el lunes una reunión de las formaciones parlamentarias partidarias de la independencia de la región, según dijo una portavoz, que prevé que en el plazo de dos semanas se fije la fecha para una consulta secesionista.
"Esto requiere de pasos adelante, de toma de decisiones, estas decisiones no se pueden demorar", dijo la consejera de la presidencia catalana y portavoz del Govern, Neus Munté, sobre el proceso independentista, al que se opone el Ejecutivo central español.
Munté dijo el domingo, según un comunicado del Govern, que le parece "un plazo razonable" hablar de una o dos semanas en relación a la fecha y la pregunta del referéndum.
La reunión de fuerzas separatistas se celebrará en el Palau de la Generalitat a las 17 horas, con la participación del grupo conservador PDeCAT y sus socios de gobierno Esquerra Republicana, además de la formación antiausteridad CUP.
"Corresponde valorar desde las formaciones políticas cómo es posible que desde el Gobierno del Estado (español) se dé la espalda al 80 por ciento de la ciudadanía de Cataluña, que es favorable, que quiere un referéndum para dirimir esta situación y para dirimir en relación al futuro político de Cataluña", dijo la portavoz.
La convocatoria se produce después de que el sábado las entidades separatistas Òmnium Cultural, Asamablea Nacional Catalana (ANC) y la Asociación de Municipios instaran a Carles Puigdemont, presidente de la Generalitat, para que fijara ya la fecha y la pregunta del referéndum.
Este mismo sábado el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, reiteró su rechazo al referéndum catalán, que considera ilegal, y dijo que "España va a seguir siendo España mal que le pese a alguno".
Las autoridades catalanas, que llevan años reclamando una votación vinculante sobre la independencia, tienen previsto realizar este año una consulta vinculante sobre la cuestión pese al rechazo frontal del Gobierno central, que se apoya en la indivisibilidad del Estado que recoge la Constitución.
Aunque la mayoría de los catalanes quiere votar, los apoyos a la escisión de España han sufrido un desgaste en los últimos meses, al tiempo que aparecían síntomas de división en las filas independentistas.
(Información de Tomás Cobos; editado por Andrés González)