Por John Walcott y Jonathan Landay
WASHINGTON (Reuters) - El jefe del espionaje internacional ruso, quien fue sancionado por Estados Unidos, se reunió la semana pasada con altos cargos de la inteligencia estadounidenses a las afueras de Washington, dijeron dos fuentes.
La noticia confirmó una revelación que exacerbó la lucha política por las investigaciones sobre la presunta intervención de Moscú en las elecciones presidencial del 2016 en Estados Unidos.
Sergey Naryshkin, líder del Servicio de Inteligencia Exterior (SVR), tuvo conversaciones con el Director de Inteligencia Nacional, Dan Coats, y otros funcionarios estadounidenses, dijeron las fuentes sin revelar los temas que se discutieron.
Un mensaje de la embajada de Rusia en Twitter reveló la visita de Naryshkin. El texto menciona una información de la agencia estatal ITAR-Tass que citó al embajador de Moscú en Washington, Anatoly Antonov, declarando al canal de televisión Rossiya-1 que Naryshkin y sus homólogos estadounidenses discutieron la "lucha conjunta contra el terrorismo".
Antonov no identificó a los funcionarios de la inteligencia estadounidense con los que se reunió Naryshkin.
La Agencia Central de Inteligencia (CIA) rehusó comentar el tema. La oficia de Coats dijo que si bien no discute la agenda de los funcionarios, "cualquier interacción con agencias de inteligencia extranjeras se habría realizado de acuerdo a la ley estadounidense y en consulta con los departamentos y agencias apropiados".
El líder de minoría del Senado, el demócrata Chuck Schumer, exigió que el Gobierno "se sincere y responda preguntas inmediatamente. ¿Con qué funcionarios estadounidenses se reunió? ¿Naryshkin se encontró con algún funcionario de la Casa Blanca o el Consejo de Seguridad Nacional? ¿Qué discutieron?".
La pregunta clave, sostuvo Schumer, es si la visita de Naryshkin está relacionada con la decisión del Gobierno de no aplicar nuevas sanciones a Rusia bajo una ley aprobada el año pasado para castigar a Moscú por la presunta intervención en la votación.
Un comunicado de enero de 2017 de la inteligencia de Estados Unidos concluyó que Rusia llevó a cabo una campaña de piratería informática y otras medidas para influir en las elecciones presidencial del 2016 y favorecer a Trump sobre su rival demócrata, Hillary Clinton.