Por Andrew Osborn y Madeline Chambers
MOSCÚ/BERLÍN, 3 sep (Reuters) - El Kremlin dijo el jueves que Occidente no debe apresurarse a juzgar a Rusia por el envenenamiento del opositor Alexei Navalny, asegurando que no hay motivos para acusar a Moscú del crimen, mientras aumenta la amenaza de sanciones contra el Gobierno de Vladimir Putin.
Moscú habló un día después de que la canciller alemana, Angela Merkel, afirmara que Navalny había sido envenenado con el agente nervioso Novichok en un intento de asesinarlo y que consultaría a los aliados de la OTAN sobre cómo proceder.
Navalny, de 44 años, es un abierto opositor al Gobierno de Putin y se ha especializado en investigaciones de alto impacto sobre la corrupción oficial. El activista fue trasladado a Alemania después de caer gravemente enfermo en un vuelo nacional ruso cuando bebió de una taza que, según sus aliados, contenía veneno.
El hospital Charite de Berlín, que está tratando a Navalny, ha informado de que el activista sigue en estado grave en una unidad de cuidados intensivos, conectado a un ventilador artificial, aunque algunos de sus síntomas están desapareciendo.
El Novichok es la misma sustancia que, según el Gobierno del Reino Unido, se usó contra un doble agente ruso y su hija en un ataque en Inglaterra en 2018. El grupo de agentes neurotóxicos fue desarrollado por el ejército soviético en las décadas de 1970 y 1980.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que Moscú rechazaba cualquier insinuación de que Rusia estuviera detrás del ataque a Navalny y advirtió a otros países que no sacasen conclusiones precipitadas sin conocer los hechos completos.
"No hay motivos para acusar al Estado ruso. Y no estamos dispuestos a aceptar ninguna acusación al respecto", dijo Peskov a los periodistas. "Por supuesto que no queremos que nuestros socios en Alemania y otros países europeos se apresuren con sus evaluaciones".
Fiscales rusos han afirmado que no ven ninguna razón para iniciar una investigación criminal sobre el caso de Navalny. Señalan que no han encontrado indicios de que se haya cometido un delito.
Tras las declaraciones del miércoles, Merkel está recibiendo presiones desde su país para no continuar con el proyecto del Nord Stream 2, gaseoducto que debe transportar gas desde Rusia a Alemania.
"Debemos seguir una política dura, debemos responder con el único idioma que Putin entiende, eso es la venta de gas", dijo a la radio alemana Norbert Röttgen, jefe de la comisión parlamentaria alemana de Asuntos Exteriores.
"Si el gasoducto Nord Stream 2 se completa ahora, sería una confirmación y un estímulo para que Putin continúe con este tipo de política", dijo anteriormente Röttgen, miembro de los conservadores de Merkel, a la televisión alemana.
Washington se opone al proyecto, que ha dividido a la Unión Europea. Algunos gobiernos advierten que socavará a Ucrania, estado por el que tradicionalmente pasa el gas, y aumentará la dependencia del bloque de Rusia.
La Comisión Europea dijo el jueves que el bloque sólo podría imponer nuevas sanciones a Rusia después de que una investigación revele quién fue el responsable del envenenamiento de Navalny.
(Información adicional de Gabrielle Tétrault-Farber, Anton Kolodyazhnyy y Maxim Rodionov en Moscú y Thomas Seythal y Vera Eckert en Berlín y Gabriela Baczynska, John Chalmers, y Marine Strauss en Bruselas; editado en español por Janisse Huambachano)