TOLEDO, 25 jul (Reuters) - Federico Bahamontes, el primer español en ganar el Tour de Francia en 1959 que sigue siendo considerado el mejor escalador de la historia, tiene muchas ganas de ver el domingo la última etapa de la carrera de este año.
Invitado por los organizadores para asistir a la final del Tour de Francia de este año en los Campos Elíseos de París, el excorredor de 91 años dijo que no le apetecía coger un avión a su edad, así que verá por televisión el final de la carrera.
Aunque ya han pasado seis décadas desde que subiera a lo más alto del podio, el ganador del Tour de Francia más veterano con vida todavía demuestra estar lleno de energía cuando argumenta que el ciclismo de antaño, en el que se inició a través del estraperlo con una bicicleta de carga, era más auténtico que el de ahora.
"¿Tú sabes cómo los llamo yo a los ciclistas actuales? La procesión de Semana Santa, les falta el cirio y el mechero para encender la vela" dijo a Reuters, refiriéndose a las marchas lentas y solemnes de los penitentes con velas antes de la Pascua Católica.
Bahamontes, el primer español en ganar el Tour en 1959, sigue siendo considerado el mejor escalador del Tour tras sus numerosas victorias en las etapas de montaña, lo que le valió el apodo de "El Águila de Toledo". Fue el primer ciclista en alcanzar la triple corona al obtener el maillot de líder de la montaña en las tres grandes competiciones del circuito mundial.
"Ha sido la carretilla, el empujar por las cuestas de Toledo con 100kg que llevaba empujando, donde yo hacia la mayor fuerza, el mejor entrenamiento" dijo sentado en su peña, donde guarda sus trofeos y fotografías.
De joven, nunca soñó con ganar una gran carrera: su principal preocupación era encontrar comida y mantenerse vivo en los años difíciles durante y después de la Guerra Civil española.
Esto implicaba transportar en bicicleta cargamentos de pan y legumbres para los comerciantes del mercado negro y huir de la Guardia Civil.
Pero el 18 de julio de 1959, Bahamontes subió a lo más alto del podio en París, haciendo vibrar al público español exiliado.
"Los que disfrutaron yo pienso que fueron más lo españoles que el mismo Bahamontes", señaló.
Conocido por su carácter apasionado y excéntrico, no siempre popular entre sus rivales, Bahamontes una vez se detuvo en la cima del Romeyere con los radios de la rueda rotos y tomó un helado mientras esperaba a su coche del equipo y al pelotón.
![](https://i-invdn-com.akamaized.net/trkd-images/LYNXNPEF6O1XI_L.jpg)
Se retiró a los 37 años tras una victoria en Montjuïc.
(Información de Elena Rodríguez; Editado por Andrei Khalip, Ken Ferris y Pritha Sarkar)