CIUDAD DE MÉXICO (Reuters) - El Papa Francisco iniciará el sábado las actividades de su viaje de cinco días a México, en cuya capital celebrará una misa multitudinaria en la Basílica de la Virgen de Guadalupe, patrona de los mexicanos, quienes esperan un mensaje de paz en medio de la violencia que azota al país.
La máxima autoridad de la Iglesia Católica llegó la noche del viernes a la Ciudad de México, donde fue recibido con mariachi por el presidente Enrique Peña Nieto y su esposa, Angélica Rivera, además de una multitud que le pedía su bendición.
Como ya es su costumbre, después de llegar a la Nunciatura tras un recorrido de varios kilómetros en el papamóvil, salió a la calle donde lo esperaban cientos de fieles y rezó con ellos un Padrenuestro, pidiéndoles que pensaran en "las personas que nos quieren, a las que queremos, a las que no queremos, a las que no nos quieren y a las que nos han hecho daño".
México es el segundo país con mayor número de católicos en el mundo. Al menos ocho de cada diez personas se considera católico.
El papa dijo que, antes de la misa, querrá unos momentos a solas delante de la imagen de la Virgen, a la cual llegan cada 12 de diciembre cerca de cinco millones de personas, en una de las mayores peregrinaciones del mundo.
"No tengas miedo´. Es lo que más me dice ella", dijo Francisco en una reciente entrevista con la agencia Notimex, refiriéndose a su sentimiento por la Virgen de Guadalupe.
Antes de la misa en la Basílica, Francisco se entrevistará con Peña Nieto y se reunirá con obispos en la antigua catedral de la Ciudad de México ubicada en el Zócalo, el corazón de la antigua Tenotchitlán de los aztecas.
El domingo celebrará una misa en Ecatepec, el segundo municipio más poblado del país y que sufre altos niveles de criminalidad, en una ceremonia que convocará a cerca de 300,000 fieles. Posteriormente, retornará a la Ciudad de México para visitar un hospital de niños.
El lunes viajará al sureño estado de Chiapas, el más pobre del país con alto porcentaje de población indígena, el martes se reunirá con clérigos en la ciudad colonial de Morelia y el miércoles visitará a reos y hablará a los inmigrantes en la fronteriza Ciudad Juárez.
Aún está abierta la puerta a que el Papa pueda reunirse con familiares de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, desaparecidos en septiembre del 2014 en uno de los casos más emblemáticos de la crisis de derechos humanos que vive el país tras cerca de una década de combate a los cárteles del narcotráfico.
El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, dijo la noche del viernes en conferencia de prensa en la Ciudad de México tras la llegada del Papa que no está prevista por ahora la reunión con los padres.
"Necesitamos hablar con él, necesitamos esa fortaleza que él nos pueda dar con la palabra de Dios para salir adelante (...) Nuestra alma necesita de esa fortaleza", dijo a Reuters Hilda Hernández, madre de César González, uno de los 43 jóvenes.
Los estudiantes fueron detenidos por policías municipales y entregados a sicarios del crimen organizado sin que hasta ahora se sepa qué pasó con ellos. Su desaparición causó una oleada de indignación dentro y fuera del país.
Más de 120,000 personas han sido asesinadas desde 2007 en medio del combate a los cárteles de la droga y al menos 26,000 están desaparecidas.