DUBÁI, 2 dic (Reuters) - El Papa Francisco pidió el sábado a la cumbre la ONU sobre el clima que se esfuerce por lograr un acuerdo esencial para frenar el calentamiento global que incluya la eliminación de los combustibles fósiles, afirmando que el clima se ha "desbocado".
El pontífice, de 86 años, tenía previsto asistir a la conferencia, pero una inflamación pulmonar le obligó a permanecer en el Vaticano. El secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin, acortó su discurso para respetar el tiempo límite de 3 minutos de las comparecencias.
"Lamentablemente, no puedo estar presente con ustedes, como tanto deseaba. Aun así, estoy con ustedes, porque el tiempo apremia", dijo Francisco en su mensaje. "Estoy con ustedes porque, ahora más que nunca, el futuro de todos nosotros depende del presente que ahora elegimos. Estoy con ustedes porque la destrucción del medio ambiente es una ofensa a Dios".
Francisco ha hecho de la defensa del medio ambiente una parte principal de la doctrina social en los 10 años que lleva de papado, escribiendo dos importantes documentos sobre el asunto: en 2015 y en octubre.
Francisco retomó los asuntos principales de ambos escritos, pero en su mensaje a los delegados de la COP28 apeló directamente a ellos, diciendo que "es esencial que haya un avance que no sea un cambio parcial de rumbo" en Dubái.
"Que esta COP sea un punto de inflexión, que demuestre una voluntad política clara y tangible que pueda conducir a una aceleración decisiva de la transición ecológica", afirmó.
Para lograrlo, señaló que es necesario avanzar de forma decidida hacia una mayor eficiencia energética, las energías renovables, la "eliminación de los combustibles fósiles" y el cambio de un estilo de vida derrochador.
Afirmando que "la brecha entre unos pocos opulentos y las masas de pobres nunca ha sido tan abismal", el pontífice pidió la condonación de la deuda de los países pobres, que son menos responsables de los gases de efecto invernadero pero sufren más que los países avanzados. Lo llamó el pago de "la deuda ecológica" que se les debe por sufrir por algo que no causaron.
(Reporte de Philip Pullella en Roma y Elizabeth Piper en Dubái; escrito por Philip Pullella; editado en español por Carlos Serrano)