MADRID (Reuters) - El Parlamento de Cataluña reconoció el jueves simbólicamente al destituido Carles Puigdemont como presidente de la región, pero, en un intento de desbloquear la legislatura, no llegó a ratificar la declaración unilateral de independencia que el expresidente promovió en octubre.
En un tenso primer pleno tras las elecciones de diciembre, la cámara de mayoría secesionista debatió cinco propuestas de distintos grupos, incluida la petición de restitución del autogobierno y el desbloqueo político en una región intervenida por el Ejecutivo central desde hace cuatro meses.
"El muy honorable president Puigdemont se ha ganado el apoyo suficiente en las urnas para permitir ser ratificado como president", dijo el diputado de Junts per Catalunya, Quim Torra, prometiendo ahondar en su "proyecto republicano" para la región.
"Solo en la república catalana seremos libres y nuestros presidentes dejarán de estar perseguidos y represaliados", añadió Torra sobre los procesos judiciales contra el anterior gobierno catalán por sus ansias independentistas.
Acusado de rebelión y secesión, Puigdemont encabezó desde el exilio la lista de JxC, la más votada en los comicios autonómicos convocados el 21 de diciembre por el Gobierno español, pero su investidura se perfila imposible dada la oposición judicial, del presidente Mariano Rajoy y de sectores del independentismo.
La reivindicación de la figura de Puigdemont podría abrir la puerta a la designación de un candidato alternativo, habiéndose especulado en los últimos días con que la alternativa sea el número dos de JxC, Jordi Sànchez, en prisión preventiva acusado de sedición y que podría ser inhabilitado si finalmente se le procesa.
Rajoy dijo el jueves que quien encabece el Ejecutivo catalán debe estar "limpio" judicialmente, y en esa misma línea se pronunciaron durante el debate los representantes de las llamadas fuerzas constitucionalistas, PSC, Ciudadanos y PP, advirtiendo de la inestabilidad que la designación de Sànchez traería para la rica región mediterránea.
"Este pleno del desbloqueo nos ha servido para constatar que no tienen ni hoja de ruta ni proyecto de futuro para los catalanes", dijo Inés Arrimadas, representante de Ciudadanos, el más votado en Cataluña pese a la mayoría independentista conjunta obtenida por JxC, ERC y CUP, con 70 de 135 escaños.
El primer secretario de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, pidió dejar a un lado la división social y política en torno a la independencia, que ha repercutido negativamente en la economía de la región, y abogó por un acuerdo de las fuerzas regionales para obtener de Madrid "más autogobierno y una mejor financiación".
El pleno comenzó con más de una hora de retraso a raíz del debate abierto en la Mesa de la Cámara sobre un planteamiento de los anticapitalistas de la CUP en el que se instaba a reafirmar la declaración de independencia del 27 de octubre y cuya aprobación podría haber tenido consecuencias legales.
"Seguiremos lanzándonos contra el muro hasta derribarlo o saltarlo", dijo Carles Riera, diputado de la CUP, cuyo partido pidió que cese la "deriva autoritaria" del Estado español en Cataluña.