Por Kathryn Doyle
(Reuters Health) - Cuando las mujeres no tienen factores de riesgo gestacionales graves y cuentan con la asistencia de una partera, las posibilidades de muerte fetal o neonatal o de que el bebé sufra lesiones son las mismas durante el parto en el hogar y en el hospital.
Un equipo de Canadá asegura que los partos domiciliarios planificados estuvieron asociados con una disminución de intervenciones como la reanimación del bebé o la cesárea.
"Si los estudios están bien diseñados y ejecutados, los resultados demuestran de manera consistente que cuando las mujeres tienen un parto con la asistencia de parteras en un sistema de cuidados integrado entre el hogar y el hospital, los resultados son similares", dijo la autora principal, doctora Eileen K. Hutton, del Departamento de Obstetricia y Ginecología y del Programa de Formación de Obstétricas de la Universidad McMaster, Hamilton, Ontario.
"Los resultados no nos sorprenden, pero nos tranquilizan", dijo Hutton.
En la provincia de Ontario, el 10 por ciento de los partos lo atiende una partera y la mayoría ocurre en el hospital. En Estados Unidos, el 8 por ciento de los partos del 2003 los asistió una partera, principalmente en el hospital.
Para Hutton, el estudio es uno de los más grandes disponibles sobre esta cuestión fuera de Países Bajos. Los autores compararon unos 11.000 partos domiciliarios planificados con 11.000 partos hospitalarios de Ontario. Más de la mitad de las mujeres ya había tenido otro parto.
Todos eran embarazos de bajo riesgo, es decir, sin factores de riesgo como la adicción materna al alcohol o las drogas, la hipertensión crónica, la diabetes tipo 1, la diabetes gestacional, las cardiopatías, la hepatitis B, el VIH, la anemia refractaria, el sangrado previo al parto, la eclampsia, un bebé pequeño para la edad gestacional, entre otros. El equipo excluyó los partos prematuros, los embarazos múltiples y la presentación fetal de cola.
Estos son factores de riesgo que una matrona le explicaría a una embarazada durante los controles prenatales, según aclaró Hutton.
Dos tercios de las mujeres que deseaban tener el parto en casa lo hicieron y lo mismo ocurrió con el 97 por ciento que deseaba tener el parto en el hospital, según publica el equipo en CMAJ.
El 8 por ciento de las mujeres que tuvieron el parto en casa necesitó atención de emergencia comparado con menos del 2 por ciento de las mujeres que tuvieron a sus bebés en el hospital, aunque en este segundo grupo hubo más intervenciones como inducción del trabajo de parto, parto vaginal asistido o cesárea.
Se registró muerte fetal o neonatal en 1,5 de cada 1000 partos domiciliarios y en 0,94 de cada 1000 partos hospitalarios.
"La mayoría de los embarazos parecen 'de bajo riesgo' al comienzo, pero las complicaciones pueden empezar a aparecer a medida que pasan los meses", explicó Ole Olsen, investigador senior de la Universidad de Copenhague, Dinamarca, y que no participó del estudio.
"El 'desafío' para la embarazada es mantenerse saludable hasta el término (37 semanas) y sin complicaciones –agregó–. Calculo que por lo menos el 50 por ciento tendrá esa suerte. Si hay alguna duda sobre si el embarazo es de bajo riesgo, la partera le preguntará a un obstetra para tomar cualquier precaución necesaria".
La mayoría de los estudios revela que el parto domiciliario es más económico que el parto en el hospital, aun en países como Canadá con la atención universal, según comentó Olsen.
Hutton explicó que en Inglaterra y Países Bajos, la asistencia de las parteras calificadas es una de las opciones disponibles para el parto, y el traslado al hospital y la transición de la asistencia en el sistema están coordinados.