Por Inmaculada Sanz
MADRID (Reuters) - El Partido Popular celebra este fin de semana su congreso nacional con Mariano Rajoy como único candidato a presidir la formación conservadora y la única incógnita de si mantendrá como su secretaria general a la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal.
Después de año y medio de citas electorales que le han dejado con un gobierno en minoría, el partido exhibió unidad en el inicio de un cónclave que renovará su proyecto para los próximos años, en los que aspira a recuperar apoyos tras perder casi tres millones de votos desde 2011.
El 18º Congreso Federal, que se ha ido demorando desde 2015 especialmente por la incertidumbre política del año pasado, aspira a mostrar regeneración tras los casos de corrupción y la acusación de financiación ilegal de la formación en el poder.
"Los escándalos de corrupción nos afectaron de lleno como partido y en algunos tardamos en reaccionar", reconoció el viernes Cospedal en el balance de gestión de los últimos cinco años.
"Admitimos esos errores, pedimos perdón, hicimos propósito de enmienda y nuestro Gobierno aprobó la mayor batería de medidas anticorrupción de toda la democracia", añadió.
Con 860.000 afiliados y más de ocho millones de votantes en 2016, el PP es de lejos el que más respaldo tiene en España, pero el calado que ha tenido en la ciudadanía el mensaje regenerador de formaciones nuevas como Podemos y Ciudadanos ha perjudicado a un partido que obtuvo una contundente mayoría absoluta en 2011.
"El objetivo es renovar la confianza de los ciudadanos, muchos quieren votarnos y no encuentran motivos y otros que nos dejaron y queremos recuperar", dijo el vicesecretario de Organización, Fernando Martínez-Maíllo, en un acto reciente.
Encargado de la redacción de la ponencia política, el nombre de Martínez-Maíllo suena como posible elección de Rajoy para reforzar el día a día del partido ahora que Cospedal ha asumido un ministerio con gran peso político.
La secretaria general aprovechó su discurso para defender enérgicamente su labor durante la "galerna de la crisis", que llevó al Gobierno de Rajoy a aprobar duros e impopulares recortes sociales para hacer frente a la peor recesión de las últimas décadas.
"El PP fue faro y pararrayos de nuestro gobierno, (..) este era nuestro papel y lo cumplimos con creces. Todo el partido dimos un paso al frente y asumimos el desgaste político", dijo Cospedal.
SIN FISURAS EN TORNO AL LÍDER
Rajoy, de 61 años y al frente del Partido Popular desde 2004, será aclamado el sábado por la tarde en un Congreso que, aunque debatirá sobre primarias, no incorporará el sistema de que los militantes elijan directamente al líder.
"Si Rajoy tiene un partido unido en torno a él es porque se lo ha ganado", dijo Cospedal.
Entre los temas que se tratarán en las ponencias a puerta cerrada estarán también asuntos delicados como la posición sobre el aborto, la maternidad subrogada o la acumulación de cargos institucionales y orgánicos.
Este último tema se abordará en un momento en el que la que ha sido secretaria general desde 2008 ha sido designada ministra de Defensa, siendo a la vez diputada en el Congreso y presidenta del Partido Popular en Castilla-La Mancha.
Esta acumulación de cargos ha sido cuestionada por una parte de los miembros del partido próximos a la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, con la que Cospedal ha mantenido diferencias en varios frentes, como el desafío soberanista en Cataluña.
Conocedora a fondo de Génova, el debate lo saldará Rajoy si, como se prevé, la mantiene como su mano derecha en el partido en un momento en el que éste afronta un complicado año judicial en medio de acusaciones de financiación irregular. [nL5N1FO4JB]
Ministra desde el pasado noviembre, Cospedal ha obtenido el reconocimiento público, incluido el de varios políticos de la oposición, por pedir perdón a los familiares de las víctimas del Yak42 por la gestión que el Gobierno del PP hizo de un accidente en el que murieron 62 militares españoles en 2003.
(Editado por Blanca Rodríguez y Andrés González)