MADRID (Reuters) - El Gobierno quiere que los pensionistas con ingresos inferiores a 17.000 euros al año no tengan que pagar el impuesto sobre la renta, dijo el martes un alto cargo del Partido Popular, proponiendo por la vía fiscal beneficiar a un colectivo cuyas protestas callejeras han obligado a reaccionar al Ejecutivo de Mariano Rajoy.
Actualmente, el mínimo exento del IRPF está situado en 12.000 euros anuales para todos los contribuyentes, y se preveía que el Gobierno pactara con Ciudadanos para los presupuestos de 2018 elevar ese umbral hasta los 14.000 euros, con rebajas fiscales para el siguiente tramo hasta los 18.000 euros.
"Mariano Rajoy ha eliminado el IPRF para todos los pensionistas que tengan una pensión inferior a 860 euros al mes", dijo el vicesecretario de política social y sectorial del PP, Javier Maroto, respecto a la actual exención de 12.000 euros anuales.
"Queremos hacer extensiva esa eliminación del IRPF incluso hasta los 17.000 euros de pensión, es decir, hacer que más pensionistas ganen poder adquisitivo por la vía de no pagar el impuesto", añadió en declaraciones a TVE.
Ante las crecientes presiones de jubilados y oposición para que suba las pensiones al ritmo de la inflación y no el 0,25 por ciento decretado para este año, Rajoy supeditó la semana pasada la mejora de las prestaciones más bajas a la aprobación de los presupuestos de este año.
Maroto dijo que habría un "gesto clarísimo" hacia las viudas, con una subida de sus pensiones "mucho más de lo que estaba previsto", añadiendo que las prestaciones más bajas se incrementarían "mucho más de lo anunciado", sin dar más detalles.
"Vamos a ver lo que da de sí el presupuesto", dijo el responsable del PP, que hizo un llamamiento a la oposición a no utilizar a los jubilados y a alcanzar acuerdos en el marco de la comisión parlamentaria del Pacto de Toledo encargada de revisar el modelo de la Seguridad Social.
"Los pensionistas no pueden ser ni el nicho electoral de nadie ni un arma arrojadiza para nadie", dijo Maroto, que rechazó la posibilidad de volver a vincular la subida de las pensiones con el IPC, dando marcha atrás a la reforma que aprobó el PP en 2013, cuando tenía mayoría absoluta.
"Los gobiernos que indexan las pensiones al IPC nunca cumplen, porque cuando es negativo no hay ningún gobierno que se atreva a bajar las pensiones, y cuando es muy alto (...) los gobiernos incumplen ese compromiso", dijo, defendiendo un sistema en el que se suban las prestaciones en función del crecimiento económico y del empleo.