MADRID (Reuters) - El presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, dijo el domingo en una entrevista que aunque puede haber diferencias de cordialidad entre los dos principales candidatos a presidir España no ve mucha disparidad entre ambos para alcanzar pactos sobre las aspiraciones independentistas catalanas.
"Una cosa es el diálogo y otra el acuerdo", dijo Puigdemont en una entrevista en el diario La Vanguardia cuando se le preguntó si se entendería mejor con el presidente en funciones Mariano Rajoy o con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, al frente del Gobierno de España.
"No preveo problemas de diálogo con ninguno. Seguramente con Sánchez puede haber más cordialidad, pero no creo que haya diferencias entre los dos a la hora de llegar a pactos. Ninguno ha dado a entender que quiera entrar en el terreno de los pactos", agregó.
Una de las prioridades del nuevo presidente español será abordar las tensas relaciones con Cataluña, que ha planteado una hoja de ruta independentista para "desconectar" a Cataluña de España en unos 18 meses.
Pero aún está por ver quién ocupará la Moncloa, ya que cuando ha pasado más de un mes de las elecciones generales con el resultado más fragmentado de la historia de la democracia, continúa sin estar claro quién podría formar gobierno ni con qué apoyos, sin descartarse que haya que recurrir a nuevos comicios.
Puigdemont, presidente de la Asociación de Municipios por la Independencia, emergió como sustituto del expresidente Artur Mas en unas negociaciones in extremis entre la coalición soberanista Junts Pel Sí y el movimiento independentista de izquierdas de la CUP este mes cuando Cataluña parecía abocada a convocar de nuevo elecciones.
El presidente catalán destacó en la entrevista "lo positivo" de la broma que sufrió Mariano Rajoy esta semana por parte de una emisora de radio catalana que se hizo pasar por Puigdemont.
"Me quedo con la parte positiva: hay disposición a dialogar y no habrá problemas de agenda…", declaró.
Más crítico se mostró con la propuesta del PSOE de realizar una reforma de la Constitución que llevara a un Estado federal como solución al desafío catalán.
"El federalismo se demuestra federando y el socialismo español no ha federado nada cuando ha gobernado. Seamos honestos. ¿Tres décadas después de las proclamas de federalismo queda algo de los gobiernos del PSOE que parezca federal? Nada", indicó.