Por Branko Filipovic
BELGRADO (Reuters) - Serbia recibió el miércoles al presidente chino, Xi Jinping, con una guardia de honor militar, antes de una reunión con su homólogo serbio para hablar de inversiones chinas por valor de miles de millones de euros en el país balcánico y de posibles nuevos acuerdos.
La visita de Xi coincide con el 25 aniversario del bombardeo accidental por parte de la OTAN de la embajada china en Belgrado y forma parte de su primera gira europea en cinco años, que incluyó Francia con Hungría como próxima parada.
"Hoy estamos escribiendo la historia", dijo el presidente serbio, Aleksandar Vucic, a un público de varios miles de personas congregado frente al palacio presidencial serbio, que aplaudía y coreaba "China, China".
Ambos líderes presumen de una asociación férrea entre sus países. Junto con Hungría, que es la próxima parada de Xi, Serbia es el país europeo que más apoya el enorme proyecto chino de infraestructuras llamado Cinturón y Ruta, que atraviesa partes de Asia y Europa.
Xi se mostró emocionado por la calurosa acogida y dijo que esperaba que su visita "abriera un nuevo capítulo" en las relaciones entre ambos países.
"Serbia se ha convertido en el primer socio estratégico de China en Europa Central y Oriental", dijo Xi, refiriéndose a un acuerdo de 2016 sobre una asociación estratégica entre ambos países.
Vucic dijo que Serbia considera que la isla de Taiwán, vista por Pekín como una provincia escindida, forma parte de China, al igual que China considera que Kosovo, que declaró su independencia en 2008, forma parte de Serbia.
El ministro serbio de Finanzas, Sinisa Mali, dijo el martes a la televisión estatal que ambos líderes firmarían más de 29 acuerdos y algunos contratos comerciales. Dijo que se discutirán proyectos de alta tecnología.
"Serbia no tiene un régimen de visados con China", dijo Mali a la televisión estatal RTS. "Por tanto, estamos totalmente abiertos a sus inversiones", dijo, y añadió que los países occidentales imponen barreras y cuotas a la inversión y la producción chinas.
Los observadores afirman que la elección de Serbia y Hungría por parte de Xi pretende acercar a dos países europeos que son prorrusos y grandes receptores de inversión china. Los socios occidentales de Serbia ven al país como una plataforma china a las puertas de la UE.
Durante su visita a Francia, el presidente Emmanuel Macron y la jefa de la Comisión de la UE, Ursula von der Leyen, presionaron a Xi para que garantizara un comercio más equilibrado con Europa y utilizara su influencia sobre Rusia para poner fin a la guerra en Ucrania, pero sin resultado, según los analistas.
SIMBOLISMO DE LA VISITA
La visita de Xi se produce en el aniversario del bombardeo de la Embajada china en Serbia por parte de la OTAN durante una campaña contra la antigua Yugoslavia para obligar al difunto serbio Slobodan Milosevic a poner fin a la represión de la etnia albanesa en Kosovo.
El atentado, en el que murieron tres periodistas chinos y resultaron heridos 20 ciudadanos de ese país, provocó la indignación de China y las disculpas del entonces presidente de Estados Unidos, Bill Clinton.
"El pueblo chino aprecia la paz, pero nunca permitirá que se repita una tragedia histórica", dijo Xi en un artículo de opinión publicado el martes en el diario Politika.
El año pasado, Vucic firmó con Xi un acuerdo de libre comercio que debería entrar en vigor en julio, abriendo la puerta del vasto mercado chino a las empresas serbias.
"El acuerdo de libre comercio aportará seguridad a nuestros agricultores", dijo Vucic durante su discurso de bienvenida.
China posee minas y fábricas en toda Serbia y ha prestado miles de millones para carreteras, puentes y nuevas instalaciones, convirtiéndose en el socio clave de Serbia en el tan necesario desarrollo de infraestructuras.
En 2023, China era el segundo socio comercial de Serbia después de la UE, con un intercambio comercial total de 6.100 millones de dólares, y estaba entre sus cinco principales inversores, según la agencia nacional de inversiones.
(Información adicional de Daria Sito-Sucic en Sarajevo; editado por Edward McAllister y Nick Macfie; editado en español por Mireia Merino)