Por Sangmi Cha y Ju-min Park
SEÚL, 3 mar (Reuters) - El presidente de Corea del Sur declaró la guerra al coronavirus el martes, ordenando que se pongan a disposición camas adicionales en los hospitales y más mascarillas, mientras el número de casos aumentó en 600, lo que supone la peor epidemia de cualquier nación aparte de China.
El presidente Moon Jae-in se disculpó por la escasez de mascarillas y prometió apoyar a las pequeñas empresas afectadas por el virus en la cuarta economía más grande de Asia, que ya ha informado de 4.812 casos y de 34 muertes.
"Todo el país ha entrado en guerra contra la enfermedad infecciosa en tanto que la crisis en Daegu y la provincia de Gyeongbuk ha alcanzado su punto más alto", dijo en una reunión de gabinete, refiriéndose a las dos partes más afectadas del país.
"Lamento mucho a la gente que no podamos suministrar mascarillas con rapidez y de manera suficiente, y que hayamos causado inconvenientes".
El virus que se originó en China a finales del año pasado comenzó a propagarse rápidamente en Corea del Sur después de que entrara en la congregación de un grupo cristiano en la ciudad de Daegu, la Iglesia Shincheonji de Jesús.
El líder de la secta y autoproclamado mesías Lee Man-hee dio negativo del virus el lunes, tras haber sido amenazado con ser arrestado a menos que aceptara ser examinado.
Anteriormente se había disculpado por el papel de la secta en la propagación del virus y calificó la epidemia de "gran calamidad".
La iglesia y Lee personalmente han sido objeto de un intenso escrutinio y una creciente ira pública, y algunos políticos los han denunciado para su procesamiento.
BATALLA POR LAS MASCARILLAS
El presidente Moon ordenó que las mascarillas se almacenaran como material estratégico para que los proveedores puedan producirlas sin riesgo de excedentes.
La gente está formando largas colas para obtener máscaras en comercios y los proveedores online agotaron sus existencias tan pronto como las recibieron, a pesar de que la Organización Mundial de la Salud dice que las personas sanas sólo necesitan usar mascarillas si están cuidando a alguien enfermo.
(Información de Sangmi Cha y Ju-min Park; editado por Lincoln Feast y Stephen Coates; traducido por Andrea Ariet en la redacción de Gdansk)