TOKIO, 31 mar (Reuters) - El primer ministro de Japón y su adjunto no asistirán juntos a las reuniones para reducir el riesgo de contagio de coronavirus, mientras aumenta la presión para que se adopten medidas de confinamiento, con los casos en el país superando los 2.000 y un ministro diciendo que la estrategia de contención se ha llevado ya hasta el límite.
Shinzo Abe dijo el martes a los miembros del gabinete que su segundo al mando, Taro Aso, ya no estará presente en ninguna reunión a la que asista el primer ministro, dijo un portavoz del gobierno, en una medida para proteger el liderazgo contra una eventual infección que podría obstaculizar los esfuerzos de Japón para contener el brote de coronavirus.
La semana pasada, el primer ministro británico Boris Johnson se vio obligado a dirigir el país desde el aislamiento tras daro positivo en COVID-19, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus. Las infecciones han superado ya las 770.000 en todo el mundo, con más de 37.000 muertes. Estados Unidos, Italia y España tienen más casos confirmados ya que China continental, donde el virus se originó a finales de 2019.
La decisión de Abe llega después de que el ministro de Economía, Yasutoshi Nishimura, dijese que Japón todavía no estaba en condiciones de declarar el estado de emergencia, lo que abriría la puerta a medidas de aislamiento, aunque señaló que la situación era precaria.
"Si damos nuestro brazo a torcer, aunque sea solo un poco, no sorprendería ver un aumento repentino (en los casos)", dijo Nishimura a periodistas el martes.
Los rumores de que medidas de confinamiento están próximas son cada vez más intensos en la capital Tokio ante el creciente número de casos locales.
El martes pasado, con el confinamiento en perspectiva, el gobierno japonés y el Comité Olímpico Internacional sucumbieron a la intensa presión de los atletas y los organismos deportivos de todo el mundo para retrasar un año los Juegos de Verano de Tokio 2020 debido a la pandemia.
Sin embargo, cualquier medida de aislamiento en Japón sería diferente a las medidas obligatorias en algunos países de Europa y en Estados Unidos. Por ley, las autoridades locales sólo están autorizadas a pedir a la población que se quede en casa, aunque estas peticiones no son vinculantes.
(Información de Takashi Umekawa, Rocky Swift y Linda Sieg; editado por Chang-Ran Kim y Kenneth Maxwell; traducido por Andrea Ariet en la redacción de Gdansk)