BEIRUT (Reuters) - El primer ministro libanés, Saad al-Hariri, dijo el sábado que no aceptará las posiciones de Hezbolá respaldadas por Irán que "afectan a nuestros hermanos árabes o apuntan a la seguridad y estabilidad de sus países", según un comunicado de su oficina de prensa.
El comunicado no especificó los países a los que se refería.
Hariri anunció su renuncia al cargo de primer ministro el 4 de noviembre en una declaración televisada desde Arabia Saudí, una monarquía suní y potencia en la zona que está inmersa en un enfrentamiento con el chií Irán.
Hezbolá lucha junto al presidente sirio Bashar al-Assad en Siria. Las monarquías del Golfo Pérsico han acusado al grupo chií de apoyar también al grupo hutí en Yemen y a extremistas en Baréin.
La dimisión de Hariri puso al Líbano este mes en el centro de una lucha por el poder en la región entre Arabia Saudí e Irán, que apoya a Hezbolá. Las dos potencias regionales apoyan a facciones contrarias en Irak, Siria, Líbano y Yemen.
Pero tras su regreso al Líbano esta semana, Hariri aparcó la decisión de dimitir el miércoles a solicitud del presidente Michel Aoun, aliviando una crisis que había hecho subir la tensión en Oriente Próximo.
Tras este último anuncio, realizado el día de la independencia del Líbano, centenares de acólitos de Hariri se concentraron cerca de su casa en el centro de Beirut, agitando la bandera azul de su partido político Movimiento de el Futuro.
El sábado, Hariri defendió la decisión de esperar en lugar de renunciar oficialmente con el argumento de que quiere dar una oportunidad a debatir y escuchar las demandas que harán neutral al Líbano y le permitirán aplicar su política de "disociación".
La "disociación" es interpretada en Líbano como la política de permanecer al margen de los conflictos regionales. El papel regional jugado por Hezbolá, un movimiento político y militar apoyado por Irán, ha alarmado sobremanera a Arabia Saudí, un antiguo aliado de Hariri.
También el sábado, el responsable de Relaciones Internacionales de Hezbolá, Ammar Moussawi, dijo que el grupo chií está dispuesto a llegar a un entendimiento con "nuestros socios en el país" y que estaba abierto a un diálogo y cooperación real con todos, según informó la agencia estatal de noticias libanesa NNA.
Moussawi añadió que la dimisión de Hariri, que dijo se presentó bajo la coacción de Riad, era una chispa dirigida a incendiar el Líbano.
El influyente político libanés Walid Jumblatt pidió el sábado a Arabia Saudí que iniciase un proceso de diálogo con Irán y dijo que los planes de modernización del reino no podrán funcionar mientras Riad esté en guerra con Yemen.